APENAS TRES MESES

A apenas tres meses de irme de aquí, aun no sé qué es lo que me gusta de este sitio, pero una cosa sí que tengo clara: lo que no me gusta. Estar a casi 500 kilómetros de tu casa te hace valorar muchas cosas, llenarte la mochila de nuevas experiencias, algunas positivas y otras negativas pero me quedo con todo aquello que aprendí:

-Descubrir que gente que creía ser fiel a sus principios, luego resulta que estos se tiran a la basura sin más.
-Sentir el hogar de una familia como si fuese la mía.
-Corroborar las palabras que me dijo alguien que llevaba en este sitio tres años… “y luego, cada uno tiene su vida”.
-Salir a la calle y sentirte una extraña a ojos de otro extraño.
-Decidir que es la transpiración, es decir, el esfuerzo lo que nos lleva a donde queremos con sus ventajas e inconvenientes.
-Vivir sola esta bien, hasta que te acostumbras.
-Sentirte importante en tu trabajo, que te aceptan y valoran lo que haces día a día.
-Descubrir que un cantante gallego, al que ya conocía antes, ahora está saltando a la fama.
-Aprender a decir, no solo demostrar, un “te quiero” cuando tienes a esa persona lejos.
-Que alguien te diga que tienes mucho arte.
-Ver que la gente se comporta de manera diferente en función de sus propios intereses.
-Ahogarte y descubrir a alguien de la misma tierra del cantante que hablaba antes y que llegues a decirle “queroche”.
-Sentirme querida sin ayuda de una caricia.
-Volver a tu pueblo y decir: ya estoy en casa.
-Saber que hay personas que no maduran por mucho tiempo que pase.
-Descubrir que aún existen personas que transmiten dulzura y ternura desde un primer momento sin nada a cambio.
-Conocer a un paisano y sentir que nos conocemos desde siempre.

3 comentarios sobre “APENAS TRES MESES”

  1. Gran texto, Elbereth. Lo he le leído intentando asumir todo lo que has expresado y, en cuanto a mí corresponde, estoy de acuerdo en todo. Vivir es una experiencia que no tiene reemplazo. Vivimos la vida tal como sentimos la vida. Por eso no existen las edades sino las presencias o las ausencias. Un abrazo amistoso.

  2. El segundo verso (No sé si estarás preparado,) demuestra por lo menos un interés verdadero. Demuestra la conciencia exacta de lo que puede ser inesperado. Totalmente de acuerdo también con eso.

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