Asoma el ocaso.

En las horas bajas de la tarde
la noche llega silente por los callejones,
almas solitarias escondiendo sus deseos
se cobijan entre las sombras,
una tela de araña se cierne sobre nosotros.

Fuentes inagotables de egoísmo
ávidas de poder y riquezas,
acosan a un sentir callado, que,
de tanto sufrir
quedó fundido en el entorno.

Y en las calles dormidas
solo se escuchan lamentos
solo palpitan enojos.

Un desconcierto rugiente
con la mirada se observa.

En el pasaje de la vida,
terreno con siembra brava
solo hay una puerta abierta,
hay un claro del Sol vestido que aparece
pobre a los ojos del mundo.

Un comentario sobre “Asoma el ocaso.”

  1. Hola Wersi: el ocaso ya es irremediable pero no debemos preocuparnos los que creemos en las nuebas albas que traerán nueva luz para el futuro. El ocaso sólo es un paso necesario para comenzar una Nueva Historia Humana. Esa es la que intento escribir día tras día desde mi interna convicción de un mundo mejor para todos los que nos quedemos por acá.

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