Nunca podrá la lejanía apartar de mi memoria tu recuerdo,
no hay distancia más corta que la del pensamiento
a través de el te siento a mi lado,
el suave céfiro me trae tu aliento,
tus susurros, tus besos.
Y en mis sueños tomas mi mano
y nos adentramos en un mundo onírico,
especial y único
donde solo cabemos los dos.
Muy bien, la soledad no es estar solo sino no tener en quien pensar.
Es para suspirar.
Saludos