Si tengo que morir no importa
yo cojo la maleta
y me voy…
hoy mismo si es necesario
me marcho de este escenario.
En el armario te dejo
esta distancia de hombre
que, aunque soy más bien pobre,
no seré nunca un pendejo.
Si tengo que morir me alejo
hacia el infinito mar
que, para amar,
me basta ver a un vencejo
simplemente volar.
No tengas ya la memoria
de mi vida en tu historia
que si he de morir prefiero
quedarme como un negro perro
dando vueltas a la noria
de la nada bajo el cielo.
Y cierro
este tu vaivén sin alma
que se queda en el encierro
de mi cuerpo en plena calma.
Si tengo que morir no importa
yo cojo la maleta
y al igual que un poeta
allí donde el vencejo
vuelo con mi gaviota.
Que aún me quedan violetas
en mi humilde corazón
y si tús llevas razón
me marcho y me doy la vuelta.
Si tengo que morir no importa
y sigue tú con tu fiesta
que me voy a echar la siesta
de la muerte infinita
desde donde el gorrión va y grita
la vida del ave pobre.
Soy yo demasiado hombre
para morir en la apuesta.
Que seas feliz en la puerta
donde hay sombra en mi tumba
que no creas que ya me zumba
tu nombre que suena a miseria.
He de seguir solo en la feria
que me hizo rodar las calles
donde veo al pordiosero…
mas no he ser yo un cero
que allá a la izquerda se halle.
Si tengo que morir que sea
lejos de esa pelea
pues en paz fumo y recreo
todo lo que del mundo veo
en mis horas de escribir.
!Adiós a tu vano existir!.
Que prefiero más bien morir
abandonado y perdido
que dejar mi cuerpo sometido
a tu caprichoso sentir.
Me sobran a mi razones
para morir en la calle
entre mendigos y rutas
y ya que tanto me imputas
que vivo yo como un perro
te digo que soy de hierro
más allá de tus disputas.
Punto y final a tu cuento
que yo vivo bien y contento
con saber que fui sincero
y como no seré nunca un cero
hago caso al corazón.
!Juega tú al escondite
que yo ya no soy un niño
y menos con piel de armiño
para morir en el envite
de esta partida absurda
donde tu carta es tan burda
que solo para morir sirve!.
Y si nme llamas a mí loco
por vivir de esta manera
!sabes de mi vida poco
o no la sabes entera!.
Sepas que soy español
y no títere de guiñol.
!Qúe él será un marqués
cual un Hércules cortés,
mas yo solo soy un conde
que nunca jamás se esconde!.
Y como soy extremeño
criado cual masdrileño
jamás he sido un cobarde
de los que entre mujeres arde
como ramo de beleño.
!y hago de eso alarde!.
Te regalo una flor
no por ser picaflor…
que mi flor es rosa roja
y quien quiera que la coja.
Y paso ya de tu nombre
definitivamente olvidado
que lo tengo ya superado
como niño y como hombre.
Que el tiempo te dé saludos
de este as de corazones
que me sobran dos razones
para vivir otros mundos.
Y aquí se acaba esta historia
de tu presencia mortal.
La he vencido tal cual
un hombre con gran memoria.