…Tanta soledad, eterna ingratitud, dolor en el cuerpo y el alma, sufrimiento indeleble, extraña lejanía, risa perdida y agonía vital, cristalina lagrima, profunda ironía, calmada voz arrebatada del dolor, invierno en las pupilas, intento de olvido en las entrañas, refugio áureo oscura solución fallida…
Para pensar, compañera. Y pensando en tu texto (que me parece de gran factura expositiva) yo creo que toda solución literaria es, precisamente, una presencia y no una ausencia. Tu texto está magníficamente estructurado y expresa intensidades para meditar. Por ejemplo, “tanta soledad” es enfecto una “eterna ingratitud” como tú señalas con gran acierto. Y esa ingratitud nos conduce, cuando el texto está bien hilvanado (como sucede en este caso) al dolor en el cuerpo y en el alma que hay que superar con sensaciones propiasque nos lleve a una solución correcta. Un corto pero magnífico texto, compañera. Te felicito.
El olvido es una forma de libertad (de Khalil Gibran).