Hoy es un día más, lo mismo que otro cualquiera, de estos que olvidas. Es uno más de tantos que vivimos, de los que se quedan en nada. No es un día extraño, ni divertido, ni malo, es un día tonto, absurdo, sin expectativas. Pero estamos a mitad del día y si me apuras antes todavía. Por ello os escribo, porque no puede haber un día olvidado si haces que sea inolvidable. Puede ser por esto o por aquello, por cualquier cosa que te haga sentir, pero debes hacerlo por ti, por tu presente, por tu pasado y por tu futuro ¿Quién eres? adivínalo, emplea tu tiempo en saberlo, así nadie podrá olvidarlo tan fácilmente. Hola, soy Federico y me gusta el arte, siempre pensé que era de una forma, pero creo que soy de otra.
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Que no eyacule ninguno, por favor.
Un tía, mientras estudiaba sola en mi habitación, tuve mi primer orgasmo consciente. Cogí un pequeñito masajeador de mi madre que vybraba y me lo puse por encima de las bragas sobre el clítoris. Hacía cosquillas pero ésta vibración era muy placentera. A medidq que iban pasando los segundos mi coño agradecía las caricias cada vez más, hasta que aquello l|egó a su fin. Después de esto descubrí lo fácil que podía llegar a ser tener un orgasmo y utilizaba el masajeador de mi madre con frecuencia.
El amor
Déjame
La fina masa del hueso craneal se derrite como el ácido cuando brotas de la oscuridad completamente desnuda. Tu mirada es lasciva y sangrienta, perra. Perra entre perros que lloran lágrimas gigantes sobre el hocico. No detendrás el calor de mi aliento por mucho que aguantes ahí, delante de mí, de pie. Tengo el instinto del origen y la sabiduría en las pezuñas. Tú eres grande. Acariciame, ama, y déjame lamerte toda oscura. Déjame con tu mirada imperiando, con tu pecho por encima.