No hay murmullos en el silencio
y son gritos los que me llegan,
palabras como un destello
con el sabor de tu presencia.
El sabor de ser un secreto
y no poder, aunque quisiera,
gritar lo que yo siento
porque eres agua de otra marea.
Las sombras de los días corrieron
y otro calendario pasó,
un año más, o acaso menos,
un tiempo ido en mi obsesión.
No puedo evitar sentirme viejo
y pregunto entonces, ¿qué sucedió
con los años que se me fueron,
con un sueño, con un adiós?
¿Donde están aquellos recuerdos?
¿Donde quedó aquella ilusión?