En una tarde extraña de verano los dos Alexis y Albertinho se dirigían por un camino singular. El cual era de un bosque de eucaliptos frondosos que parecían tener vida animal, a su derecha contemplaban un rio en cascada que en su interior aguardaba ciertas sorpresas. Por otro lado a la izquierda se encortaban con un arroyo tranquilo y poco vivaz, en su superficie solo se veía una penumbra de vegetación muerta como si allí se acabara la vida, pero en su interior como con cierta perturbación se encontraban pepitas de oro que quería llamar la atención para acabar con su vida en ese arroyo moribundo y sangriento.
Ellos seguían su camino en busca de salir de aquel bosque baldío de la mano de Dios. Fijándose de nuevo en su derecha quedaron perplejos porque descubrieron olas doradas que bajaban por la cascada, en ese momento Albertinho se dispuso a lazase al agua para bañarse en esas aguas doradas, pero Alexis le paro y les explico que debía de ser una trampa para acabar con su vida. Albertinho no atendía a razón y no le podía parar nadie. En un último intento por para a Albertinho, Alexis le empujo precipitándole hacia el suelo y acabando con esa posesión de la que estaba preso.
Alexis confusa por lo que acababa de pasar, contemplo el camino para mirar si había algo, por si acaso, ella más tranquila se sentó al lado de Albertino para explicarle lo ocurrido ya que Albertino no sabía porque estaba en el suelo tirado. Ellos se incorporaron y siguieron en su camino para salir de allí, ellos divisaron un puente de hierro que pasaba por encima del arroyo, de pronto Alexis oyó un ruido a su derecha, allí había un jabalí comiéndose unas entrañas de un conejo, ella pensó que el jabalí no sería peligroso, pero se equivocaba. El jabalí al enseñar su rostro dejo a los dos sorprendidos, este jabalí estaba en un proceso de putrefacción, por lo que no podía estar vivo. Ellos salieron corriendo ya que imaginaron que el jabalí se alimentaba de restos de animales o manta animales para seguir vivo, e iría a por ellos. Así fue el jabalí les empezó a perseguir como si en eso le llevase la vida, pero este de repente se cayó al suelo ya que una de sus patas se rompió por su mal estado. Aun así, ellos dos seguían corriendo por si acaso, pero para ellos que el jabalí se cállese supuso un gran gozo.
Ellos más tranquilos continuaron por el camino, de pronto y ya cansados oyeron un grito de socorro. Alexis dijo: Vamos a ayudar, y Albertinho dijo: jope que movida. Ellos después de pensárselo se dirigieron al socorro de ese grito, resulto ser una mujer de pelo rojizo y ojos verdes a la que se le había caído una rama encima empujándola hacia el rio y dejándola colgando del filo del rio con la cabeza dentro del agua. Algo bastante perturbador, a Albertinho le pareció que debían intervenir enseguida, pero Alexis pensaba que podía ser una trampa, por los sucesos ocurridos anteriormente. Aun así ellos cogieron una rama de un árbol bastante robusto y ejercieron fuerza para sacarle a la mujer el pie de debajo de la rama caída, haciendo palanca. Al liberarle el pie a la mujer esta termino de caerse en el rio y ella se dejó arrastrar por la corriente hasta la orilla del rio. Alexis intervino y le curo el pie a esa mujer la cual les dijo su nombre que era Afrodita. Afrodita les dijo que no se le olvidaría nunca lo que habían hecho por ella y que les devolvería el favor. Afrodita le dijo que mirase hacia arriba para distraerles mientras que ella desaparecía. Alexis y Albertinho se quedaron mudos al ver que se había ido tan rápido.
Después de que afrodita se hubiese ido, Alexis se miró su mano y vio que ponía un mensaje, en el que decía que debían de ir a ver al antiguo árbol de eucalipto llamado El abuelo, de esa manera lograrían salir de allí. Albertinho de repente ve a dos corzos que en su culo blanco pone “sígueme si quieres ver al abuelo”. En ese momento Alexis y Albertinho estaban tan confusos que no sabían que hacer, Alexis siempre tan oportuna tuvo una idea. Esa idea trataba de seguir las huellas de los corzos ya que se habían ido por su lentitud para seguirles.
Ellos continuaron siguiendo las huellas de los corzos hasta que se encontraron un puente roto que no podían cruzar, entonces vieron a lo lejos una liana que podían utilizar para pasar al otro lado. Albertinho dijo: utilicemos la liana, y Alexis dijo: no eso es peligroso. Después de discutir durante un rato, Albertinho convenció a Alexis para cruzar con la liana, ya que era la única manera de pasar. Albertino dio un impulso con la liana y llego al otro lado. Luego se la paso a Alexis para que ella también se impulsara, Alexis después de un rato de espera lo hizo y casi no llega al otro lado. Pero Albertinho llego a tiempo para ayudarla y que llegase.
Ellos siguieron las huellas de los corzos, de pronto Alexis vio a lo lejos el gran árbol de eucalipto llamado el abuelo. Albertinho fue fuertemente atraído por el árbol, pero Alexis no, era bastante raro. Alexis no era atraída por el árbol debido a que era la elegida. Se ve que el árbol estaba maldito y que solo una mujer ambiciosa podría salvarlo. Albertinho llego a tocar el árbol, él ya no podía sépase de el árbol, su piel empezó a convertirse en corteza y paso a ser parte del árbol. Alexis se quedó perpleja ya que no pudo hacer nada para evitarlo. Alexis se entristeció y se sus ojos callo una lagrima dorada al mensaje de su mano. En ese mismo momento apareció de nuevo Afrodita dejando una densa niebla. Afrodita dijo: Es hora de que devuelva el favor, para salvar el bosque y a Albertinho debes abrazar el árbol con todas tus fuerzas y meterle un cabezazo. Después del mensaje, Afrodita desapareció. Alexis no dudo en hacer lo que Afrodita le indico. Ella abrazo el árbol con todas su fuerzas y al ser la elegida no se trasmuto en corteza, procedió y le metió a el árbol un cabezazo tan fuerte que se desmallo.
Alexis fue despertada por Albertinho, entonces ella le pregunto lo que había ocurrido, y Albertinho le dijo que habían ido a ver el árbol y que ella se había echado a dormir en el césped. Alexis se quedó estremecida y peso que todo era un sueño, pero se miró la mano y vio que el mensaje de afrodita todavía estaba escrito. Pensó que al curar el bosque y salvar a Albertinho debieron de olvidarlo todo. Además no solo salvo a Albertinho sino a miles de personas que cayeron en la maldición del bosque. A Alexis se le recordó como la salvadora del bosque y al bosque se le puso el nombre de Los eucaliptos de Alexis.