DESCONOCES
Estás de pie en el pasillo de la farmacia, como cada fin de mes con ese abrigo negro rozando el piso, tus ojos penetrantes invaden el recinto, ansiosos tal vez… no lo sé.
El guardia te mira con sospecha, mas yo te conozco y espero que recorras el pasillo lentamente, no lo sabes , pero siempre cuento cada uno de los cuadrados cerámicos del piso sin despegar la vista de ellos.