… Sólo conduce alma mía,
por las calles del silencio,
sólo sueña alma mía,
una bendición del cileo a través del tiempo,
De los frescos y lúgubres asilos y tempestades,
siento la brisa que descuelga tu mirada,
harapos de melancolía corren por mis venas,
siento el sonido gimiente de tu pecho virginal,