Todas las entradas de: Elalternador

La fiesta de las moscas

“Envenena sus estómagos de la amargura mas áspera y dolorosa, que se les queme la boca al nombrarte, que se les caigan los dedos cuando te señalen y que enloquezcan cuando te piensen.”

Sus bocas eran moscas.

Haces el ultimo de los intentos, pero no puedes mas, pierdes la velocidad cristalina, suave danzarina negra, estas medio muerta en el aire, y espías sus pensamientos, pero no todos, solos los que te piensan, los que te son dedicados como un puñal o una bandera, esos pensamientos de enjambre, los juntas, se pegan y encuartelan entre tus hilos pensativos pero se salen y chocan en elipses marítimos, entre tus ideas. Llenas de tormentas sus músculos minuciosos, los estiras de sorpresa, los contraes en el recelo mas intimo, abominables seres los que observan tu muerte porque ahora tu los inventas en el sacrificio, los fundes a tu estrellato, a la pavura de los concebibles, eres heredera de sus complexos, vanidades, sus poderes y sueños. Sigue Leyendo...

El Cabrio de las Estepas

“Si quieren ver el infierno, entonces ábranle la boca a un muerto, no importa la bestia, solo háganlo, en esto coinciden los materiales, en el infierno.”

Si parecen derramadas con las manos, las cabras recortan la estepa con sus cuernos heredados, sus cuernos de fuego viejo, forjados en la fragua de los abismos, de allí parece que bajan déspotas, a hacer justicia con sus pupilas horizontales.
Por que son las señoras mal vestidas de la tarde, las overas, las negras, las policromaticas; las que sacan notas a la tierra con sus casquillos biselados, mientras balan ese llamado al miedo de los angeles, que escapan alborotados, chocandose unos a otros como estampida que levanta plumas blancas siendo bandada. Sigue Leyendo...

¿ Quien pronuncio su nombre?

Hubo cierta ocasion, entre los espejos de algun infierno, en que dentro del incendio, dentro de una boca de niño muerto, un palpitar de pies sobre los carbones se me acerca entre la hierba adolorida, entre el escandalo de las lenguas:

– De donde te has robado eso?-me dice llorando, inquieto, su voz era una llama mas, tenue, prurita-¿te pregunte que de donde has sacado eso?

– Solo trato de salvarme.

– ¿No te da verguenza ladrona?- se parte mi pecho, la circulacion se detiene en mi rostro, me quema, mira chismosa la escena por mis ojos- ¿De donde eres? ¿como te llamas? !responde imbecil¡ Sigue Leyendo...