Yo creo que, como estábamos todos de acuerdo, ha llegado la hora de colocar aquí el fragmento de elbruni. Esta nota va dirigida a elbruni a ver si tiene la amabilidad de adaptarnos el fragmento que escribió cuando se entremezcló con el de grekosay. Solo tienes que adaptar la entrada del texto ya que ahora no está en la biblioteca sino en las afuera de la ciudad. Espero con gran interés que vuelvas a enviar el texto para que todos los del grupo que estamos escribiendo sigamos con la historia. Es bueno eso de que tome un taxi hacia el hotel. Creo que el libro al que te refieres es Riesgo Calculado de Katherine Neville. Creo que todos y todas estamos de acuerdo en que ahora acoples tu texto (que pasaría a ser el número 17) y animo a los compis del Vorem (hombres y mujeres) a que sigan participando. Chao. !Adelante con nuestra historia!.
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Invitación (16)
Miró su reloj, un regalo de su padre el cual lo había heredado del abuelo; un reloj antiguo -perteneciente a la familia por generaciones- de oro, con los números de la esfera grabados en caracteres romanos. Un reloj de oro puro. Y pensó de nuevo en el número 12. Allí estaban, ante su vista, los doce grafismos del día – la unicidad de la mañana que debía ser repetida por la duplicidad de la tarde para completarse las 24 horas del día. Una sola persona y el doble yo externo e interno.
Y pensó en los 12 meses del año, en los 12 signos del Zodíaco, en los 12 discípulos de Jesús de Nazaret, en 12 Caballeros de la Tabla Redonda… en ese número de los caminantes… y entonces se dio cuenta de que el anciano Menésh se había introducido tan dentro de él que había descubierto su nacimiento: el día 12 del mes de diciembre (el 12 mes del año).
Lo bueno de una Invitación
El leído la nota de diesel sobre el relato que estamos escribiendo entre los amigos y amigas del vorem (Invitación) y ahora leo los comentarios de elbruni y grekosay. Es buena idea. Todos estamos de acuerdo en que podemos seguir ambas líneas según señala diesel -continuamos con la de greko y luego engarzamos con la de elbruni- pero escribo esta reflexión para deciros que esto es lo BUENO E INTERESANTE que estamos realizando. Todo esto nos sirve para comunicarnos a través del debate. Es muy bueno que tengamos ocasión de analizar escenas y de hacernos llegar inquietudes. Por otro lado me parece que esto de escribir en común es una GRAN TERAPIA COMUNICACIONAL y animo a que sigamos adelante hasta el final. Si se siguen sumando otros vermios y voremias tendremos una obra realmente ORIGINAL y que creo que puede marcar un camino de liberación literaria en grupo. Yo, por mi parte, estoy a la espera del siguiente fragmento para continuar aportando a la obra. Lo que estamos haciendo -y supongo que habrá ocasiones futuras en que volveremos a encontrarnos con diversas alternativas- sirve para desarrollar nuestra amistad internaútica gracias al diálogo y la interrelación de ideas. !SIGAMOS ADELANTE CON ESTA ORIGINAL CREACION QUE ME PARECE QUE SEA CUAL SEA SU RESULTADO FINAL ES YA DE POR SI ALGO REALMENTE INTERESANTE Y POSITIVO!.
Invitación (7)
Se acercó al supersónico ascensor y apretó el teclado del piso bajo. A los pocos segundos llegó el ascensor y se abrieron las puertas. Había un nítido cristal en el fondo. Se miró en él. Se dio cuenta de que tenía un fantástico parecido facial con Walter Scott en su etapa juvenil. Rubio. Los iris de los ojos de color de miel. Nariz recta y bien formada y pómulos llenos. Pensó en El canto del último trovador y después de teclear el piso décimo, el último piso de Memphis, rememoró que su lectura le había producido, años antes, el encanto del rancio sabor de las nuevas aventuras. El ascensor se detuvo en el tercer piso y entró una joven pareja besándose ávidamente. Se introdujo aún más en sí mismo prefieriendo el sentimiento a la razón, la naturaleza salvaje a la civilización ciudadana, el bárbaro primitivo e ingenuo al hombre calculador y materialista de la posmodernidad. La pareja salíó del ascensor en el séptimo piso y él siguió subiendo… subiendo… hasta llegar a su destino…
Invitación (5)
No supo que contestar en un principio. Las horas del reloj anunciaron las seis de la tarde. En el exterior, la niebla se había difuminado y dejaba paso a una tenue luz que entraba por los cristales y hacía brillar a la enorme araña del suelo que parecía querer caminar. Caminar. Esa era la circunstancia que le había hecho llegar hasta allí. Caminar. Y se quedó mirando a la desconocida…
Nota.- Compañeros grekosay y diesel, me he enamorado de vuestra idea y os aporto mis participaciones en este relato encadenado. Espero que aún más amigos y amigas del Vorem se unan a esta colectiva obra. Ardo en deseos de saber c♀mo va a continuar. Un abrazo, compis…