Todas las entradas de: Isidro

200 latidos…

Cogidos de la mano,
como niños perdidos, mirando al cielo,
hemos recorrido, pasito a paso,
las calles del miedo…

Venas, arterias, sangre, positrones,
músculos, huesos, nervios, tendones,
luz, bisturí, tejidos, colores…
máquinas, máquinas, tubos de ensayo,
lágrimas, Dios, dormir abrazados…

Te dije…

¿Quieres que vayamos allí, de donde no se vuelve?
y ya íbamos caminando…

Iremos haciendo trochas por donde nadie ha pisado…
a veces dando rodeos y otras, las mas, atajando… según las dudas y el miedo…
Que el tiempo es ¿poco?.. y el camino ¿largo…?

….y de la mano, para no perdernos, mirando a todos lados…con el rabillo del ojo iremos cogiendo campos y ciudades y playas y mares; y desiertos y acantilados… y cielos azul turquesa y grises y anaranjados… y tormentas y sonrisas y caras y voces y quejas…y susurros…y gritos y silenciosos llantos…. Sigue Leyendo...

Rosi

Rosi 13

Desde la ventana, Lola vio como el coche de Víctor paraba delante de la casa y apagaba las luces.

Al momento, una chica bajó del automóvil, dio un portazo y, sin mirar atrás, corrió hacia el portal.

-Ya han vuelto a discutir-pensó-mientras la oía subir las escaleras.

Oyó el ruido de la llave en la cerradura y, al cerrarse la puerta, preguntó.

La Radio.

La Radio 8

-Buenos días amigos, aquí Radio 2000, su emisora local. Recuerde, en el 107.8 del dial.

La voz del locutor sonó fuerte en el transistor que el director de la emisora tenía sobre la mesa de su despacho y en el que seguía, como cada día, la programación.

Alguien había dejado sobre su mesa, hacía más de un mes, el guión que, por enésima vez, releía.

-¿Quien puede haber sido?- se preguntaba una y otra vez, parece cosa de magia- y bebió otro sorbo de café. Dos golpes en la puerta le sacaron de sus pensamientos.

Rafael

Rafael, gerente de una prestigiosa empresa de envasado y elaboración de café, cerró el maletín, cogió el abrigo y, después de apagar la luz de su despacho, se despidió de la secretaria hasta el lunes.

La semana había sido dura-pensó-mientras abría la puerta de su coche, un todo terreno de color gris plateado. Después de acomodarse puso el motor en marcha y el automóvil rodó perezoso hasta la salida de la fábrica. Luego, al enfilar la carretera, ganó velocidad y se perdió en la noche camino de la ciudad.

Gracias…

Por el trocito de cielo que se ve desde este claro del bosque….
Por el huerto que trabajo, por la ropa y por el pan, por la cama y por el techo…
Por la palabra amable, por el abrazo tierno, por el llanto y la sonrisa que alivia el dolor ajeno…
Por cada “no pasa nada”, por ser mi clavo ardiendo…
Por cada instante de un día, aunque a veces se haga eterno….
Por creer que hay algo más que lo que toco y veo…
Porque aún tiemblo cuando beso…
y por haberme dado a mi mujer y mis hijas para compartir todo esto… Sigue Leyendo...

El Barrio de las Casas Baratas. 2

11 …y la química.

El cuarto curso se me atragantó. No podía con la Química. Nos daba clase D. Andrés Masiá, director del Instituto; un hombre serio e inflexible, perfectamente vestido y de aspecto patibulario, cuya sola presencia imponía.

Las clases eran mixtas y estar con las chicas me aturdía. No estaba acostumbrado a convivir con ellas, y cada vez que me sacaban a la pizarra lo pasaba mal.

El Barrio de las Casas Baratas 1

El barrio de las Casas Baratas.

(Una historia vulgar)
1ª parte.

A mi mujer y mis hijas.
Isidro, febrero 96
1 gorriones y tebeos.

Las cuatro de la tarde de un luminoso día de Julio. El calor es sofocante. En la calle, debajo de una acacia, cuatro o cinco chiquillos con los tirachinas en la mano miran a la copa del árbol buscando entre las hojas un gorrión nuevo que pía llamando a los padres.

Enamorado de tí.

ENAMORADO DE TI

Me encanta que, a traición,
te acerques, me abraces y me beses
que me digas, con ternura, que me quieres,
porque siento latir más fuerte el corazón.

Y bailar contigo en la cocina o el salón
si suena en la radio una canción de amor,
de esas que nos trae el viento del recuerdo
y nos gustan tanto a los dos.

El nido

El nido 9

El coche dejó la carretera general y tomó el camino de tierra que atravesaba el espeso bosque de pinos. Después de cruzarlo y de subir una pequeña loma, se detuvo delante de la casa.

Un hombre, en mangas de camisa y pantalón vaquero, bajó del coche y miró satisfecho la marcha de las obras de restauración de la casa… Su perro, un bretón-español, salió zalamero a recibirlo.

Tal vez, al pasar Navidad…

Tal vez al pasar Navidad…. 14

El tráfico era intenso. La viejecita esperó impaciente en la acera y, cuando el semáforo se puso en rojo y los coches se detuvieron, cruzó la calle con paso torpe.

Al llegar a la otra acera, miró de pasada el escaparate de una tienda de modas y siguió andando hasta llegar a la verja de su casa.

Era una casita de planta baja, con un jardín pequeño delante. Las macetas de claveles y geranios, pintadas de verde y perfectamente ordenadas, bordeaban el paseo que llevaba a un porche pequeño, recién blanqueado. Delante de la ventana, un hermoso prunus de hojas rojas daba sombra al macizo de violetas en flor. Sigue Leyendo...

El cielo…

El cielo….

Mañana cuando sea solo una fotografía colgada en la pared,
unos ojos que no ven, una habitación vacía,
una voz que, con el tiempo, se olvida…

búscame, si me necesitas…

Búscame en la lluvia y en la brisa,
en los ojos de los niños y en su risa,
en los tallos tiernos de la hierba,
en el mar y en la tormenta…

Jorge

Jorge 2

El médico examinó detenidamente el resultado de los análisis. Cuando terminó, los dejó sobre la mesa, se recostó en el sillón y se dirigió a Jorge.

-Esto confirma lo que pensaba en un principio. A usted no le ocurre nada…. ¿comprende..?. Así es que no se preocupe y haga su vida normal.
-¿Entonces…?
-Mire,-le interrumpió-, la mente tiene un gran poder sobre el organismo y estoy convencido e que todo es producto de su imaginación…

Silencio…

…Silencio…

Solo queda, de tu voz, el eco de un suspiro hecho plegaria recorriendo el Universo…
Y leyendas de una corona de espinas,
de los clavos, la lanzada y el madero…
y un roto en el alma de tu padre profundo como un agujero negro…

..y silencio…, doloroso silencio…
Mientras llueve soledad y se cala el corazón hasta los huesos…
solo se oyen las voces de la desesperanza, de la injusticia y el miedo…
y la de aquellos que te hacen, sin tu querer, testaferro,
y se reparten el mundo creyendo que este es tu reino…. Sigue Leyendo...