Tras las flores estaba el camino que lleva a la sabiduría orgánica. La gente se agolpaba ante la puerta del museo mientras la arquitectura natural era contemplada por el viento. A Mutis le sobraban dibujantes y todos aquellos sabios quedaron ocultos por la batallas de los conquistadores y los desvaríos verbosos del realismo mágico. Mutis solo buscaba conocimiento, el que dio lugar a los jardines vacíos de los ojos atentos de las aguafuertes negras de Goya teñidas de rojo.