La realidad me vomita en la cara, me quedo quieta y respiro.
Siempre intento no olvidarme de respirar.
Me ato a mil escusas, motivos o razones, me ato a mi silencio, a mi a apatía. Camino tan despacio que ni la razón me sigue y sigo sin entender nada de mí, descubriendo las mentiras que me vestían por tanto tiempo y que apenas supe ver.
Es tan difícil crear como destruir y solo estoy a medio camino de mi verdad. Me arden las ideas de equivocarme, me calcinan los sentidos, me anulan. Y camino.
Me discuto, me dejo de tomar en serio, me dejo respirar de nuevo. No soy un témpano, es más, nunca lo fui.
Recogeré mis cosas, mis fotos, mis sueños, mis dulces lágrimas. Mi deseo, mi desesperación. Recogeré hasta mi habitación si hiciese falta.
Prensaré mis sentidos, los comprimiré junto a mis ideales, mis valores y mis sentimientos,. Haré de ellos una mantequilla y en cada tostada que tome por las mañanas untaré un poco mas de lo necesario hasta saciarme o hasta hartarme, desayunándome así los desconciertos que me aplastan.
-bon dia el meu petit trosset d’univers, aquesta és la història d’una nena que va voler jugar a ser…
Bien.
Muy bien. Este sí es tu sitio.