Ay! mi bien si yo pudiera
robarle las luces al alba
enredarlas entre tus cabellos
que brillen como esmeraldas.
Preso estoy de tu aroma,
confuso en una maraña
de ardientes deseos, de sueños
en mi soledad diaria.
De negro se pinta la noche
la tarde… y hasta la mañana
de negro se envuelve mi vida
de negro se tiñe mi alma.
Me sumerjo en turbias aguas
me alimento de hojarasca,
me flagelo mi conciencia
mientras pierdo la esperanza.
Supe que te perdía, lo supe
y no hice nada.
Ay mi bien si yo pudiera…..
Wersi: la realidad de la vida es la propia Vida con mayúscula. No lo olvides jamás. Y no olvides jamás que la Vida con mayúscula es Jesucristo, además del Camino y la Verdad. Un beso amistoso.
Un hermoso texto que presenta una estructura poética interna y en su forma resuena a esos poemas de Teresa de Jesús, en los que era más humana que santa. El poema siempre se extiende por nuestro interior como una red. No sabemos muy bien por qué tantos sentimientos afloran como un hermoso árbol, pero en ese caminar tuyo el árbol siempre se ha mostrado del mismo modo: florido y extenso. Saludos.