Late el corazón de un poeta
en medio del concierto de la tarde;
el fuego del sol está que arde
mientras el realista duerme su siesta.
La musa Talía toca en la orquesta
del parque vecino y el alcalde
pronuncia un discurso… !que ande
toda la ciudad hacia la floresta!.
Es un día glorioso y filiforme
donde todo el cielo está conforme
con su luz azul inalcanzable.
El pueblo goza de este acorde
de música feliz misericorde
y ritmo de magia inacabable.