Siento como si hubiera tomado mucho aire
y hubiera copado mis pulmones de golpe.
¡No me hubiera imaginado en semejante des-cordura!
¿Acostarme contigo? ¿En qué momento?
¿Iba todo demasiado rápido?
Y me siento tan cómoda…
Nada ahora puede perturbar,
hacer caer, deshilachar.
El encuentro que nos ha propiciado el Psiquiátrico
me inquieta , me reanima, me tranquiliza, me aumenta.
Resurjo de nuevo de las cenizas.
Se abre la caja de pandora,
Salgo del armario.
Llevo tanto tiempo
confecciando y entrelazando
billares de caracolas
que estaban vacías
que ahora, al llenarse de algo
se mueven y danzan.
Estoy fuera! He salido!
Camino hacia la libertad. Maduro. Crezco.
Desconfiada, pequeña, desmedida,
enorme, puntiaguda, sarcástica,
benévola, intelectual, creativa…
Te amo, alma, bendita autonomía.
Tranquilamente desvanecida,
exhausta por la lucha
por la victoria ganada,
me siento afortunada
por tenerte aquí conmigo.
Y a mí también.
Genial, Marianella, simplemente genial. Dicen que los locos estamos de atar y, sin embargo, ya ves… nadie nos puede atar a los locos…
Me estoy refiriendo al amor.