Bla, bla, bla…

Sería mejor estarse en silencio cuando comienza a salir tanta porquería de la boca.
Se dispara en un torrente de palabras incontroladas sin mayor intención que la de dejar entrever las ideas, que de otro modo no podrían ser expresadas.
Resortes mentales que liberan agresividad a raudales, cuando empieza no puede parar.
Pero, ¿qué pasa con quien escucha? Por supuesto no se puede justificar la incomodidad de sentirse mal. Somos intocables, ¿no?
¿Cuánta credibilidad tiene la sinceridad?
La imagen cambia. Cuando los ojos se encienden en rabia, cuando la seguridad de decir la verdad que se siente roza lo intolerable.
Sembrando y recogiendo crisis, se da forma al carácter.

2 comentarios sobre “Bla, bla, bla…”

  1. El hablar o el escribir nos supunen una relación con el mundo. Podemos hablar para nosotros mismos, pero sigue siendo extraordinario y terapéutico. Las crisis van unidas a nuestro proceso de “maduración”, como si de un programa establecido nos colocara en niveles diferentes…No siempre las crisis deben ser dolorosas, intensas, crueles y despreciables…Hay momentos que te permiten avanzar, sin más…Un saludo.

  2. Coincido en que el hablar y el escribir nos hace existir.
    Pero tiene algo de magía fuera de las personas, también se da forma a algo que no la tenía. Creatividad.
    Pero a veces las palabras tienen un fin destructivo, no creativo. Supongo que como las crisis.
    Son atributos del ser ufano. Dualidad, dentro-fuera.
    Un saludo también.

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