Busco, en los bolsillos de mis sentimientos
la mirada tuya que guardé con celo,
y al no encontrarla, me envolvió la noche,
cubriendo mis ojos llenos de recuerdos.
Busqué en las cornisas de las casas viejas,
allí, donde anidan golondrinas breves,
sólo un nido helado tocaron mis manos,
borrando el recuerdo de horas alegres.
Subí a la montaña donde habita el frío,
donde nace el agua, donde canta el viento,
nada, nada había y en mi pecho herido
una fosca zafia llenó tu vacío.
Trepé a la copa del árbol del tiempo
buscando la barca que rieló mi canto,
tan solo encontré mis bolsillos rotos,
por donde escaparon…tu voz y tus ojos.-
Muy bello Alfonso, que tus bolsillos rotos traigan felicidad a tu morada, un beso