Aradas,
calladas sobre la niebla
se revuelcan las palabras,
blancas,
desnudas,
como pedazos de almas vìrgenes
pero monstruosamente sàdicas.

II

Lentamente voy midiendo
el camino recorrido.
¿Cuanto falta para llegar
a las alas de tu alma?

III

Vagar por las calles repletas
de atardeceres encapuchados,
es sentir los pasos envueltos
en frìas y oscuras sombras.

IV

Encuentro tu mirada vacia
oculta entre las tumbas,
y en la inmensidad del dolor
vuelves y vagas por siempre.
¿Donde vas?
lo sè, no debo preguntar,
solo recordar,
que te he perdido.

V

Amargos sarcasmos
estremecidos de piel.
Como olas que revientan con estruendo.
Mares embravecidos
rasgando la tierra.
Aumenta la velocidad del viento
y le da a mi alma,
alas.

VI

Nesecito,
Un puñado de vuelos,
Ejercitos de relojes,
Angustiados frìos,
Intocables nieves,
Gavillas de estrellas,
Migajas de tiempo.

¡Nesecito vivir!