Cachitos de una vida (17)

Rutina, rutina y más rutina, el tiempo pasaba sin cambios significativos en la vida de la niña.
En la casa vivían ellos, su abuela y sus tíos con dos pequeños, entre estos y su hermano pequeño solo había un año de diferencia. Cada día pasaba algo, uno que se cae otro que se pone enfermo, las madres no paraban, todo el día consolando niños o corriendo al médico. Ella lo veía todo desde fuera como si no perteneciera al reparto de esa película, se sentía sola y desplazada.

En la escuela las maestras vieron que la niña tenía muchas aptitudes para el estudio, analizaron la cuestión y decidieron hablar con la madre

_Mire señora su hija está capacitada para cursar estudios puede hacer perfectamente el bachillerato y de ahí pasar a la universidad, le vamos a proporcionar toda la documentación necesaria para que la lleve al Instituto, allí le harán unas pruebas para acceder a estudiar con beca, estamos seguras que lo conseguirá ella vale mucho .
Salieron de la escuela, la madre renegaba y decía
—–Con la faltita que me haces en casa ahora tengo yo que mandarte al sitio ese, gastarme un dinero en uniforme y to eso, que sabrán las maestras, ya veremos si vamos y en cuanto lleguemos a casa te vas a enterar tú lo que son los estudios.
La vuelta a casa la hizo temblando.
A la semana siguiente las maestras volvieron a hablar con la madre ya que no iba a recoger los documentos de la inscripción, a regañadientes consintió a ir al Instituto y apuntar a la niña.
15 días más tarde le llegó la carta con la fecha de la convocatoria al examen de selección.
( Lo que sigue a continuación queda para el próximo capítulo )

3 comentarios sobre “Cachitos de una vida (17)”

  1. Es de lotería, nacer en una casa donde se alimenta el saber y el afecto corre libremente, donde la sensibilidad de las personas va más allá del trabajo que está jodiendo a uno/a.
    Este cachito de vida me anuncia que las “madres” están apunto de aprobar el examen
    que dará lugar a una persona mucho más feliz.

    abrazos

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