Como no tenía esperanzas de que su madre le hiciera la inscripción la niña ni siquiera se preparó un poco más a fondo, estudiar algo para hacer un buen papel durante las pruebas de selección .
Llegó el ansiado día del examen, el recinto del Instituto le pareció grandísimo, creyó perderse por aquellos pasillos tan largos, se dirigió junto a su maestra al gran patio que había en el centro del edificio, desde allí se accedía a las diferentes oficinas y salas de profesores, biblioteca y demás clases. Entregaron la documentación y ella se fue a esperar donde había otros niños y niñas en total eran 6 para el examen, le tocó ser la segunda, no le gustó la cara del chico que pasó primero
-Madre mía que hago yo aquí…pensó….Esto es para gente inteligente y encima no he estudiado nada.
Al entrar en la estancia le pareció que se enfrentaba a un consejo de guerra. La clase era grandiosa,inmensa, filas de mesas con sus correspondientes sillas para cada estudiante llenaban la estancia. Al fondo de la misma había una gran mesa en la que la esperaban los “ jueces “ 2 profesores y 3 profesoras. Se fue acercando despacito para no tropezar, se sentía torpe al andar, serían los nervios, se quedó de pié delante de aquella gran mesa. Sus “verdugos” preguntaron:
-¿Como te llamas?
—Fulanita de tal y tal… contestó la niña.
A partir de eso empezó la lluvia de preguntas, las sorteaba todas con una tranquilidad pasmosa que ni ella misma esperaba tener, se notaba roja como un tomate pero salió airosa de la primera prueba oral, más tarde seguiría la escrita. Esta constaba de ejercicios de matemáticas y lenguaje, resultó ser más fácil de lo que esperaba, por lo menos para ella. Reunieron al grupito de seis y sus correspondientes representantes ( sus maestros de la escuela ) y les informaron que habrían de esperar otras dos semanas para saber el resultado de las pruebas y comprobar si estaban en la lista de los elegidos para cursar los estudios con beca, esperas y más esperas. Bueno mejor no pensar mucho en ello ni hacerse ilusiones no fuera que no la cogieran, pero interiormente ese era su mayor deseo, su gran sueño ….soñar ,soñar toda su vida se la iba a pasar soñando en cosas difíciles de conseguir aunque no imposibles……
3 comentarios sobre “Cachitos de una vida (18)”
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Engancha la historia de esta niña.
Tan pequeña y al Instituto…
¡Muy bien…!
Casi se te escapa el nombre de la niña, pero finalmente la mantuviste en el anonimato. Seguro que supera la prueba, y con nota.
Muy buena nota es la que yo te otorgo por la narración de estos “cachitos”.
Gracias por el texto, saludos y hasta la próxima.