Seguía yendo de vez en cuando a casa de su tía, su antiguo hogar, los días que su tío trabajaba en turno de noche ella iba a hacer compañía a su tía, era una miedosa, claro una casa tan grande de tres pisos con habitaciones vacías y ruidos por todas partes la pobre mujer se cagaba viva. Y allí se iba ella a dormir con los niños pequeños y su tía, a la niña le gustaba ya que allí había televisión, en su casa no tenían todavía , vamos…. que aprovechaba bien el viaje… durante una semana disfrutaba de alguna película o algún programa de música que tanto le gustaban.
Había algunas noches que se despertaba sobresaltada y se notaba rara, lo que más le extrañaba era que los tirantes de su camisón se los encontraba bajados y ella no se los podía quitar dormida.
La primera vez no sospechó nada pero a medida que sucedía una y otra vez ya sospechó que algo pasaba allí. Una noche lo sintió entrar y sin que se diera cuenta ella cambió su postura en la cama para que no la pudiera tocar, se libró, menos mal. A partir de aquel día no volvería a dormir en aquella casa, le puso a su madre mil y una excusas, su tía se enfadó con ella, le echó en cara que le daba de cenar, le dejaba ver la tele y mira como le pagaba, pero ella no volvía allí ni cobrando.
Aquello la marcó durante mucho tiempo, se volvió más callada y reservada. Nunca le dijo a nadie nada de lo sucedido no quería que hubiera enfados entre familia, la que se hubiera montado de saberse; hasta dejó de salir con su amiga María durante unas semanas, pensó que se le notaría en la cara que ella había hecho algo malo, se culpaba ella misma de lo ocurrido. En su casa no se daban cuenta de nada porque nunca pensaban en ella como no fuera para lo “normal“, trabajar y recibir como siempre. Las buenas costumbres no se perdían. Una experiencia más para su colección personal que junto a las que ya poseía y otras más que vendrían le ayudarían a afrontar los malos momentos que le sobrevendrían a lo largo de su vida.
Un comentario sobre “Cachitos de una vida (24)”
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Madre mia, que desastrosa vida. Muy bien escrito, como siempre. Un besazo ;D