Canto blanco a mi Princesa (para Liliana)

Con mi atmósfera de tréboles acumulados
entre mis dedos y las huellas de tus besos
levanto a la fuerza las inmóviles espumas
de los cantos dulces en que conviertes al bosque
y camino cual jazmín alentado por el viento
asumiendo pasos en sitios donde los hombres
hollamos los pálpitos de todo lo mojado.
Y allí, en medio del crepúsculo de las horas,
te encuentro siempre amante y a mi lado.

No hay nada que detenga este corazón lanzado
cuando poseo tu cuerpo y envidiada por las ninfas
te conviertes en mi amante eterna e infinita.

Siquieren gritar los duendes y las brujas
que griten cuanto quieran delirantes
porque no podrán evitar sus gritos ni sus insultos
que seas mi esposa desde hace ya muchos años.

Ni tampoco las iras de todos sus demonios
pueden evitar que Dios te haya transformado
en la jovencísima Princesa de mi existencia.

Duermes en mi lecho noche tras noche…
y si hay alguien que envidia tu Belleza
que tome el veneno y calle eternamente
porque tú eres ya y por siempre la misma
que en residencias y playas me atraíste
y en profundas verdades transformaste
mi Sueño en realidad suprema…

!Princesa de mi alma y compañera!.

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