Carta abierta a los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos de Belén: muchas gracias por ser, a pesar de vuestras inmensas riquezas, humildes y generosos con todos los niños y niñas pobres del planeta. Vosotros, que estuvísteis postrados de rodillas ante Él y le regalásteis oro, incienso y mirra, sí que sois el verdadero espíritu de la Navidad. Verdaderos sentimientos convertidos en dadivosa filantropía del amor universal. Vuestra actitud de ayuda y amistad activa hacia los niños y niñas (sin distinguir clases, creencias ni color de piel) es todo lo contrario de la misantropía de los avaros. Según la ética cristiana vuestra amistad de seres humanos hacia otros seres humanos responde a la naturaleza creada por Dios. Observo que el elogio de los niños y niñas del mundo a vuestras acciones es la respuesta sincera que se impone a toda barrera social y por esos siempre estáis presentes en mi corazón…



El desarrollo de los instintos de simpatía que hay en los seres humanos me inclina a defenderos ante la hipócrita murmuración de los ateos y la timorata impasibilidad de los neutrales. !Sí es bueno que los padres nos hablen de vosotros como una realidad firme y verdadera porque eso es hacernos soñar y olvidarnos de tanta calamidad de los realistas!. !Vosotros si que sois reales y verdaderos a pesar de tanto ridículo educador de banales teorías!. !Y nunca habéis daño a mi mente ni a mi personalidad!. !Los niños crecemos alegres y felices, más positivos, más humanos, con vuestra realidad!. Por eso yo os pido que el 6 de enero de 2005 os acordéis de mi y me regaléis lo siguiente:

– una caja de lapiceros de seis colores para pintar en la corteza de los árboles de todos los jardines del mundo gorriones volando de flor en flor,
– un batallón entero del Quinto de Caballería para combatir contra los pérfidos pieles rojas que siguen adorando a las venenosas serpientes de Satán con crueldad malsana,
– un juego de arquitectura de maderas para construir castillos donde invitar a todos mis amigos a tomar café ecuatoriano con las princesitas,
– un balón de reglamento para meterle 12 goles al fantasma de mi hermano mayor que se cree más guapo que Zamora el del Valencia.

Nada más queridos Reyes Magos pero si queréis añadir un par de tomitos de pulgas para seguir estudiando a los cocodrilos del Amazonas os lo agradecería muchísimo, !ah! y la Enclopedia Salvat Internacional de colo azul actualizada y de 34 tomos para seguir desarrollando la sabiduría porque un día quiero ser como vosotros y un lote de chapas para enfrentarme al monolítico con los engreídos Califa y Fantini…

Todo esto después, por supuesto, de que hayáis cumplido con todos los niños y las niñas pobres del mundo.

Me despido de vosotros dejando mis zapatos debajo de la ventana de mi habitación. He colocado una escalera para que podáis subir cómodamente. Prometo estar dormido. Y como os habéis portado bien durante el 2004 os he dejado seis pedazos de turrón junto a los zapatos… así que tocáis a dos pedazos de turrón cada uno. Chao.

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