Carta abierta de diciembre

Más allá de la tristeza que promueve siempre este mes de diciembre, tenemos que seguir adelante. Cierto es que la realidad pone muchos obstáculos a la ilusión, pero el entusiasmo de las expresividades de nuestros sentimientos debe superar esas barreras y nos debe seguir introduciendo en los círculos concéntricos de la ternura, porque ahí siempre está ese espacio para desear sentirnos vivos.

La verdad es que diciembre siempre pesa bastate. Es un mes con cierta tristeza este de diciembre, pero también es en este mes cuando podemos sentir el fuerte anhelo de seguir un año más hacia adelante. Tenemos que sobreponernos a la fatiga y sabernos vida para amarnos en el horizonte del futuro. Aunque ya son muchos los que lo niegan yo sigo creyendo que sí hay futuro y para vivir ese futuro debemos enterrar el origen de nuestras frustraciones y llenarnos de esperanza en el camino hacia esas colinas de futuro. Sí. Es un ascenso a veces duro, que a veces cansa, que a veces nos hace sufrir, que a veces desconsuela… pero nunca olvidemos el sueño amoroso de sentir ilusiones para llegar hasta la cima.

Los miedos no deben superarnos. La vida no siempre tiene por qué ser un perpetuo quebranto sino, más bien, la superación de ese quebranto a través de acariciar lo hondo del mundo de la ternura. No tengamos miedo al amor ni al desamor. Sólo son dos contigencias de las muchas que conforman el caudal de nuestros sentimientos.

Las únicas ecuaciones dignas de tener en cuenta son las que nos puedan transportar hacia la hermosa sustancia del vivir; esa sustancia que nos hace sentir los páramos abiertos de la ilusión. Tenemos que seguir aprendiendo a través de los quebrantos de nuestra sed, para alcanzar la libertad de querer seguir hacia adelante. Y así, libres de ataduras, recomenzar siempre a identificarnos con el cuerpo más que con la materia, con el aire más que con la asfixia. Identificarnos más con los seres que somos que con las imágenes que proyectamos. Y por eso, si a veces tenemos la necesidad de llorar… lloremos plenamente; pero no olvidemos nunca que ese llanto humano no debe evitar enamorarnos de la vida. Amemos, cada vez más, ese viaje que nos conduce a sentirnos algo más que una tristeza.

Respiremos hondamente y tomemos la óptima esperanza que cada madrugada nos hace sentir la necesidad de ser aprendices de la vida. Toda la vida es un aprendizaje. Pero no olvidemos nunca que hay siempre un mañana que mitigará el dolor de hoy.

!Arriba los corazones, amigos y amigas del Vorem!.

2 comentarios sobre “Carta abierta de diciembre”

  1. Claro que sí Diesel!!arriba esos corazones!no permitamos que diciembre nos amargue un año más!hablemos más de albas en vez de ocasos,de amores en vez de desamores,de alegría en vez de llanto…brindemos esta nochevieja por los mejores momentos y enterremos de una vez las penas….quiero estar libre de penas!!aunque sea un poco dificilillo…que ya me conoces…pero no está demás intentarlo!
    Un gran beso

  2. Es verdad lo que dices ,debemos sentirnos mejor por nosotros mismos y los que nos quieren….. dejar las penas y levantar nuestro animo y pensar en las cosas positivas que estan y forman parte de nuestras vidas,saludos a los amigos y amigas del Vorem.Estrella

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