Muchas gracias por tu llamada esta última semana. Fue un precioso regalo. Para mí existen regalos que jamás podría pedir. Surgen solos, aparecen, se muestran…como tu llamada, o tu preciosa carta.
He sentido mucha alegría al volver a reconocer tu letra, los detalles de tu caligrafía, tu constante búsqueda de las cosas “casi perfectas”. Era como recordarte de nuevo, aunque no te he olvidado…es imposible que dos personas convivan en el tiempo, aunque sea breve, y “jueguen”, como nosotros jugamos…y no quede de su recuerdo nada valioso. Muy al contrario…me encuentro a una persona que se siente feliz de hacer felices a otras personas, de hablar y aconsejar, de recordar a un viejo amigo. Creo que estás en medio de la vida, y como es lógico buscarás cómo interpretar los muchos dilemas que se nos proponen.
Tienes razón, se han dicho muchas cosas a lo largo de los siglos…y el hombre ha usado sus palabras para explicarlo casi todo…pero acertar con la frase adecuada y que esté llena de contenido es algo más difícil. Pienso que tú has
Nacido con naturaleza observadora. Ahora te toca sentir la necesidad de “encontrar palabras para resolver dilemas”: en esto consiste vivir. La vida es un dilema eterno que nadie explica del todo porque no le da tiempo con los pocos años que nos dejan vivir.
A tu edad son muchas las personas que sienten la inmortalidad de sus dieciocho años. Los suelo ver en la facultad. Están en las escaleras, esperando…y parece como si solamente vivieran ese momento. No se les siente capaces de pensar en la necesidad de encontrar en la conversación algo importante…simplemente siguen jugando, y así en un eterno ir y venir de tópicos y juegos no olvidados.
…Pero, los momentos llegan, y cuando alguien se te acerca con la necesidad de ayuda…creo que lo más triste es no tener nada que ofrecer, porque nos hemos perdido en medio de un sentimiento de “Nada”. Realmente es cierto que la vida la aprendemos de todo y de todos. Nadie deja de tener su importancia en este inmenso “teatro del mundo”. ¿Quién dice la verdad? ¿Quién se acerca con verdad a los demás? ¿a quién le importa el otro? Supongo que son preguntas eternas. Hoy siento una mayor necesidad de soledad en muchas personas. Ser indipendiente para “hacer lo que uno quiere”. Alejarse hasta de uno mismo para encontrar en la velocidad, en el alcohol, en el sexo, en cualquier cosa…el suplemento a una vida que se piensa, que es realmente compleja y difícil. Esto ha pasado siempre, pero ahora, se puede sentir en los más jóvenes.
¿Cómo puede un joven como tú,…pintar un cuadro? Para muchos es “algo extraño”, algo que no cabe en sus mentes porque pintar un cuadro es “absolutamente inexplicable”. Tú lo has hecho, y seguro que has encontrado tu tiempo personal,. el encuentro con tu propia reflexión, y al final…el resultado es tu “obra”…”tu trabajo”. Personalmente creo que es algo maravilloso y perfecto. Es saber dar sentido a lo que somos capaces de hacer y de ofrecer.
Un poeta inglés del romanticismo comentaba:
“No me preguntéis si debo vivir o no,
simplemente dejad que viva
y cuando llegue al final…
quizá sepa responderos”.
(Milton)
Bueno…sigo con mis poesías. Te mando algunas cosillas que escribo. son personales, justo las conoce mi “compañera del alma”.
El amor es una experiencia que no es fácil de detectar: aparece y luego…parece que se esconde, para volver a aparecer.
Cabe el sentir una amistad profunda. No deseamos hablar de esas situaciones de siempre, porque creemos que la vida es una oportunidad única para sentir la libertad. Amarse significa aprender a ser libre y supone un profundo respeto por quien amas. Cuando se es muy joven la vida es joven, el pensamiento y la naturaleza de las emociones. Los dos nos encontramos bien y sentimos que podemos vivir una historia común. Lo más bonito siempre es encontrarnos y estar juntos el tiempo que podamos.
Te agradezco tu recuerdo, como te agradezco los dias en los que el discurrir del tiempo nos sirvió para conocernos.
Recibe un abrazo.