El universo de Universi se derrumba. Él, tan acérrimo seguidor de Amado Nervo a lo bahai y su compinche Pepe Salinas, un chileno que no tiene ni idea de lo que es ser goleador, están nerviosos… mientras Fausto Zambrano junior observa la pelota de trapo que le regaló el poeta del fútbol. Universi y Salinas deliran en el anochecer porque el balón universal es redondo y se les escapa continuamente.. Se les resbala de entre las manos porque es tan redondo que hasta las estrellas, incluídas las del cine y las modelos, se visten de rojo con patanlón azul, los colores oficiales de la Selección Nacional Esapañola. El balón es redondo, efectivamente, y se les escapa entrando en su propia portería porque ni Universi sabe jugar de arquero ni de arquero sabe jugar Salinas.

La Roja. Es La Roja quien decide este año en el fútbol sin más trampas ni cartón. Que los tiempos de Havelange, gracias a Dios ya han pasado y los tiempos de Blatter, gracias a Dios, también van a pasar. El fútbol aquel, si es que se puede denominar fútbol a lo que hacían Universi y Salinas, ya es historia… pero hitoria trucada… y mientras tanto Fausto Zambrano junior, bajo la atenta mirada de Fausto Zambrano senior, sigue jugando ocn la pelota de trapo que le regaló el poeta del fútbol
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España 2 Chile 1.- Trabajando como verdaderos profesionales, los jugadores de la Selección Nacional Española elaboraron su victoria en una primera parte sumamente efectiva. Dos disparos a puerta sirvieron para herir mortalmente la moral de los chilenos, sobre todo la de su arquero Bravo. La segunda parte, y esto sólo lo saben quienes entienden de fútbol, sólo fue un puro trámite que se debía cumplir poseyendo el balón, congelando los minutos, no cansándose físicamente para mantener las fuerzas vivas para los octavos de final. Nadie debe ruborizarse porque los chilenos marcaron un gol. Bastaba y sobraba con los de Villa e Iniesta. Ahora nos toca ir a Ciudad del Cabo, el próximo día 29, donde el prepotente Cristiano Ronaldo va a enterarse de los que es el “Sueño España”. Otra vez nuestra meta es seguir avanzando y, además, pasando a los octavos en el primer lugar del Grupo H (Grupo de Hombres). El día 29 nos efrentaremos los “ibéricus hispanis” contra los “ibéricus portuguensis”. Pero España es mucho más Ibérica que Portugal, pues debemos saber que los principales pueblos de Iberia eran españoles y no portugueses. A saber (y pueden comprobarlo si lo desean): constestanos, edetanos, ilercavones, ilergetes, casetanos, ceretanos, layetanos, indigetes, lacetanos, ausetanos, deitanos, sordones y el Antiguo Reino de Tartessos. O sea, que los primeros orígenes de Iberia fueron, todos ellos, españoles. Y ahora lo vamos a demostrar en la cancha de fútbol de Ciudad del Cabo. La Roja triunfó anoche y estos fueron sus héroes: Casillas; Sergio Ramos, Puyol, Piqué, Capdevila; Busquets, Xabi Alonso, Iniesta, Xavi Hernández; Villa y Torres más Javi Martínez y Cesc Fábregas. No tuvimos que hacer, para nada, el tercer recambio. Bastaron con dos goles “culés” para que Iván Zamorano cerrase su boca como si le hubiesen puesto una lavativa. Los chilenos todos despistados; especialmente su arquero Bravo. Y mientras recuerdo una canción de Nino Bravo titulada “Un beso y una flor”… me viene a la memoria el viejito Claudio Bravo, pintor chileno de Valparaíso, de tendencias hiperrealistas muy aficionado a los bodegones y los retratos, así cómo a los paisajes marroquíes desde que se estableció en Tánger (año de 1972) cuando esta ciudad se había convertido en un puerto franco de estupefacientes, drogas y “blanqueo de dinero negro”. Por eso termino con la frase de Víctor Hugo: “El haber sufrido merece respeto, el sometimiento es despreciable”. Y que cada cual aguante su vela…
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Universi Zambrano y Pepe Salinas han visto cómo se les ha escapado el balón redondo universal de sus manos. Universi se ha retirado a meditar como bahai a la bahia porque ya se le acabó eso de darle café a las niñas hermosas y Salinas siempre en fuera de juego y ni aún así sabe nada del balón redondo universal. Fausto Zambrano junior y Fausto Zambrano senior sólo sonríen con la pelota de trapo que les regaló el poeta del fútbol.