Cien veces… y hasta mil o hasta quinientas
le digo al Universo entero
que me tienes enamorado
en memoria y deseos.

Tranquila sobre la arena
de la playa de La Manga
estás tú toda morena
como una hermosa mañana…
y eso que es la tarde
cayendo sobre mi almohada…

Cien veces… hasta la asfixia
de este tiempo de las blancas albas
te digo siempre lo mismo:
!hoy igual que ayer y mañana!.

Todo su sueño es
Oro fino y plata blanca
Radiantes en el envés
Embarcado en su barca:
Rayo de luz del revés
Oblicuo que se destaca.

La vida se me hace
Inmnsa luz en tus ojos.
Los dos son mi arrojo
Iniciado cuando se deshace
Ante la noche el rojo
Navío donde ya nace
Admirado el sonrojo.

Tarde en rojo y grana
en los alberos del drama.
Un tiempo de silencio y duelo
entre el percal y la espada.

Se crece el morlaco fiero
llenando la tarde en llama
que quema la piel del torero
a quien la gente proclama.

Se oculta el sol en los tendidos
mientras el toro va hiriendo
al viento con sus puñales.
La hora de los alardes
del torero enardecido
entre la sangre del toro
y de su cuerpo malherido.

Ayer soñé que soñaba
un mundo lleno de rosas
y soñé que se acostaba
en su lecho la mariposa.

Abrí los ojos y estaba
el cielo lleno de cosas
que era una paloma blanca
entre las damas hermosas.

La vida, en ese juego de terribles reglas
me impuso el miedo como meta y camino.
Cedí y sometiéndome al yugo de sus horas
supe de la amargura y del silencio.
Por esos las palabras se me han quedado secas,
agonizando aún entre las naves que he surcado.
Jamás adiviné que el sueño fuera la dicha misma.
Jamás sentíque el alborozo de una risa
pudiera contener tanto.
Recordaba miles de poemas.
Eran las campanadas sonoras anunciando nada.

Todo de ti quiero…, con deseo imenso,
alimentarme de ti…, como el rio al oceano,
como la suave brisa te acariciaria en silencio, cuándo cierres los ojos al dormir,
te llevaría las aromas de las flores y perfumaría hasta tu sueño,
Como gotas de lluvias incontables serán los besos en lo mas intimo del amor,
en la tierra brota vida como la belleza de la selva,
en mi corazon nace por monton cada segundo mas amor de ti,
en la hoguera el fuego se enciende al rojo vivo,
mi cuerpo es leña de tu hoguera y el amarte se aviva con una sutil caricia
y se calienta mas que el sol al rojo pasión, Sigue Leyendo...

La alborada
esa hora mágica,
ese despertar del sueño,
sintiendo tu hombría rozar mi piel.
Adormilada dejo que recorras mi cuerpo
con tus ojos, con tus manos,
despertando la pasión que apagaste en la noche.

Susurras palabras en mis oídos
endulzando mis sentidos,
haciendo hervir en mi cuerpo de nuevo
el deseo de fundirme con el tuyo.

Tú, que permites que tu cuerpo
nunca sea sombra sino luz
porque tienes el alma entera
bajo el cobijo de la doncella enamorada.
Tú, serás la perfección amante
de mi prometido viento deslizado
como rápido trueno y firme rayo
penetrando en la fórmula de tu romance.

Refugiado en el ámbito del alma
un día con las formas de tu cuerpo
me envío al centro de los sueños
para sentirte madrépora de calma.

Un día con las formas de tu cuerpo
para sentir el beso de las áureas
y concéntricas lagunas del deseo
que respira toda mi estructura.

Refugiado en el ámbito del alma
un día con las formas de tu cuerpo
me envío al centro de los sueños
para sentirte madrépora de calma.

Un día con las formas de tu cuerpo
para sentir el beso de las áureas
y concéntricas lagunas del deseo
que respira toda mi estructura.

En la bahía de tus pensamientos
tengo la barca encallada
y en silencioso anochecer
está por las estrellas guardada.
En la bahía de tus pensamientos
tengo toda mi alma.

En la bahía de tus pensamientos
una flor lila se encarna
como divisa del sueño
del porqué de tu mirada.
En la bahía de tus pensamientos
siempre hay algo y nunca nada.

En el mismo borde de tu nombre
existe un sueño inalcanzable
para el carácter bravo del machista.
Falsa pista.
Pobre hombre.
Suena en mi conciencia la vista
de tu cuerpo de margen noble.
Hay un roble…
y en una revista
sale la imagen innoble…
del iracundo afán
que es el que le corrompe.

“No quiero verte morir de pena”
….y de pena me estás matando.

“Siente mi corazón acercándose a ti”
…y tú el tuyo de mi alejas.

“Siente las aguas de mi cariño”
…y las de tus mentiras me ahogan a mi.

“En tus horas trsites cuenta conmigo, amiga”
…y las mías llenas ahora de trsiteza.

La tarde…extraña.
Mi tiempo…extraviado.
Tu presencia…extranjera.
(y todo se conjuga invocando
un caos lleno de nostalgia)
La melancolía…extensa.
Mi vida… en un extremo.
La tuya …exitada.
Me hablas …exquisitamente .
Me dejas… excluida.
y camino… extenuada.

Mares sucios de oro negro
con polvo sangriento que repulsa..
Esta es la guerra de este tiempo
que llena el alma de medusas.
Esta es la guerra de este siglo
que del corazón expulsa
las palomas blancas y espliego
del aroma limpio de la paz.

!Algas marinas bentónicas!.
!Brotad de la estructura celular
y haceos algas tectónicas
del futuro pulular!…
Que nos tendréis que alimentar
con vuestras clorofilas tónicas…

!Algas marinas bentónicas!
!Convertidos en monstruos marinos
estamos aquí los benignos
compañeros de las fónicas
palabras del alta mar!…

Amarrado a un duro Banco
el poeta se consume…
mientras asume
su condición de hombre blanco.

Es su pensar un sentido
metido
en las zonas del castigo
por el entrometido
magro de la sinrazón.

Son las luces ciertas de tus ojos
las que abren el telón de mis teatros
llenos de las mágicas ilusiones
que aparecen, !sorprendente aurora!,
en los mismos puertos de la barca.

Como Calderón escribo poemas
a tu corazón siempre en camino,
acompañado de las luces vespertinas
haciendo guiños a la luna…

Te quiero Amigo
por tu sonrisa portadora de luz
alumbrando mi vida.

Te quiero Amigo
por tu mirada que ilumina
brillando en las noches sin luna.

Te quiero Amigo
compartiendo secretos
lágrimas y alegrías.

Siempre llega solitario
siempre marcha más allá..
no se sabe de dónde viene,
no se sabe a dónde va.

Hay en sus ojos un silencio
imposible de averiguar.
No es tristeza ni es misterio,
sólo un distraído mirar.

Esta es la última vez que le doy la vuelta al reloj
ya me cansé de amar, sin recibir amor
mi tiempo de soñador, es sólo un fuego
que va quemando, mi alma veloz.

Cada grano que cae de la arena de mi vida
es una lágrima, de mi corazón
una esperanza… al fin y al cabo fingida,
con la que forjas mi perdición.

Segundos. Puntos suspensivos
colgados de la esfera redonda
de un reloj de cristal
que se quiebran, inexorables,
cuando al final se mueren.

Segundos. Esas cuestiones ligeras
que invaden las ideas
y convierten al humano
en un sólo soplo de viento.

En los montes de Crevillente
hay dos hombres que están penando…
dos hombres que fueron víctimas
y que ahora siguen llorando…
En los montes de Crevillente
lesw he visto trabajando
para cumplir su condena
con su libertad soñando…

Quizas
Un dia de estos
Cuando el sol esta en su punto mas alto
Me sorprenda tu voz amable
Y mi alma agradecida
Se deje arrinconar entre las paredes
De esta monótona ciudad
Quizas una noche
Tu voz transgreda mi mundo
Y se eleve mi ser
Con tu susurro

Como libro viejo en las páginas mi vida leo,
un oscuro tomo, letras doradas, me incorporo y lo cojo,
al abrirlo; el índice:
NACIMIENTO………….PAG.1
VIDA……………………..PAG.20
MUERTE………………..PAG.45
La curiosidad me domina, busco la página muerte,
exhausta de ansia, diosas de la locura,
encuentro mi deseada página, está en blanco
mi muerte no está escrita, pero necesito saber cual va a ser mi suerte
impulsada por la furia comienzo a escribir: Sigue Leyendo...

No siempre seré el poeta del dolor
no siempre permitiré a la agonía,
ser la pluma que escriba al desamor,
con la sangre que chorrea mi vida.

¡No!, algún día diré basta a todo esto,
borraré su última mirada, su último beso,
incluso la luz con la que la luna…
iluminó nuestros juntos cuerpos.

Sabes que soy pequeñíto,
que sólo tengo dieciocho
y que me pagan muy poco
por escribir de Pinocho.

Sabes que soy pequeñito
y que tienes dieciséis…
por eso me equivoco
cuando despierto a las seis.

Llora en silencio mi alma solitaria,
excepto cuando esté mi corazón
unido al tuyo en celestial alianza
de mutuo suspirar y mutuo amor.

Es la llama de mi alma cual aurora,
brillando en el recinto sepulcral:
casi extinta, invisible, pero eterna…
ni la muerte la puede mancillar.