Como cambiamos nuestro andar
cuando sabemos que vigilan nuestros pasos
que llegan tardíos
construidos durante siglos
descompensando los caminos
de aquéllos que creían saber.
Como modificamos la velocidad
para poderles entender
acoplamos sin dificultad
cada parte de forma individual.
Que fácil nos resulta hacerlo
cuando la sociedad nos rodea
aplaudiendo cada pensamiento
que se balancea entre cuerpos
ya helados… mentes vacías.
Pero como se esconde
de aquello oscuro
de lo que se aprende.
de lo que sólo debates con tu alma
de lo que envidias.
Ante ese manto negro
prefieres cerrar tu mente
apagar tus voces
y seguir quedándote seco
de aquello que hoy desconoces.
Es necesario entender que más allá de lo que otros saben está nuestra propia consciencia personal. Es profundo el poema porque se balancea entre la mente de lo conocido y la mente de lo por conocer.