Condenado.

La tenue luz se filtra en la celda,
se desvanece en la fría oscuridad,
que inunda el inmundo calabozo,
los sonidos del agua que gotea,
entran en el oido interno del reo,
que se encuentra sólo tumbado,
en el desangelado y mugriento,
camastro donde no descansa.

El olor a putrefaccíon repulsiva,
a humedad mohosa insalobre,
se abre paso a las fosas nasales,
conquistando los negros pulmones,
que se anegan inocentes al respirar,
la respiración es rápida e intranquila,
el hedor putrefacto es insoportable.

El preso está aquí sin saber,
porqué condenado para siempre,
sin haber un motivo aparente,
por defenderse ante el juzgado,
ahora es un alma desconsolada,
se siente vagando por la vida,
sentenciado a vivir en el olvido,
en el dolorde la oscuridad total,
en el más puro agujero negro.

Solo tiene libertad su mente,
sueña con los campos que vió,
los caminos que andó alegre,
las montañas que escaló libre,
los bosques en que oyó trinos,
de coloridos pájaros cantores,
cielos que pasaron por sus ojos,
donde volaban alegres ruiseñores,
él sabe bien que nunca volverá allí.

Pero su mente lo siente cierto,
lo vive como si fuera realidad,
sólo espera el que algún dia,
sea capaz de escapar de prisión,
cree que ese día no está lejano,
será un dia que llegará pronto,
en el que él tendrá un visita,
la de la misteriosa Dama Negra.

3 comentarios sobre “Condenado.”

  1. Como puede un poeta como tú maquinar algo tan profundo y tan lleno de oscuridad.
    Paeces desencantado, desengañado, cansado de la vida y sus sinsabores.
    Te lo digo una y mil veces , escribes muy bien , demasiado bien , pero no me gusta el mensaje que veo en estas letras. Es muy triste , tan triste que me ha entrado una profunda congoja.
    Solo espero que sea un poema nada más.
    Un abrazo.

    P.D. Hay pasajes en los que me has recordado al Conde de Montecristo en su mazmorra.

  2. Como dice Wersemei, parece un pasaje de “El Conde de Montecristo”. ¿Cuántas personas habrán padecido un tipo de prisión semejante, cuántas lo padecerán todavía hoy, cuántas lo tendrán que padecer en el futuro?
    Mientras tanto, el único asidero del prisionero son sus recuerdos del contacto con la Naturaleza, que se ha convertido así en su verdadera ayuda, en su auténtica madre.
    Un abrazo, Kiowa.

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