Hola Cantoro. Hago un alto en el camino para contestarte a una inquietud que me preguntabas sobre el punto “cero” a lo Vorem. Tú me pedías que te aclarase la diferencia entre el punto “cero” que propongo yo como una manera creativa de escribir sin prejuicio alguno y la llamada escritura “automática”. Con algunos días de diferencia (te pido perdón porque estuve ocupado en otras materias) te contesto lo mejor que puedo haciéndote saber que el punto “cero” no es ninguna teoría objetiva de manera de escribir ni tampoco un método científico, sino una forma muy subjetiva de ponerse ante una hoja de papel o ante una pantalla de un computador.
Verás. Sobre la famosa “escritura automática” hay dos teorías: la de los surrealistas que nace de André Bretpn, Louis Aragon y Philippe Soupault a finales del siglo XIX y la que habla de que es una manera de escribir a través de un “medium” y poniéndose en ocntacto con espíritus usando la ouija. Ninguna cosa de esas es el punto “cero” a lo vorem ni se le parece en absoluto salvo por cosas muy tangenciales.
La escritura automática del surrealismo está basada en relajarse mentalmente de tal manera que la escritura no provenga de los pensamientos conscientes de quien escribe sino del subconsciente liberado de todo tipo de cnesura y que, por lo tanto, es necesario entrar en una especie de trance para poder llevarlo a cabo. Por eso necesita estimulantes artificiales. El punto “cero” del que yo expuse en Vorem no es eso. Lo que propongo al escribir de esa manera es liberarse de la memoria sin perderla de vista. Es comenzar “punto “cero”) a escribir sin memoria pero dejar que esta afluya suavmente y sin censura alguna a medida que vas escribiendo con completa libertad. Entonces vas sumando el consciente, el subconsciente y el inconsciente sin tener que entrar en ninguna especie de trance ni tampoco usando estimulantes artificiales. Lo que produces es una deshinibición de los temores ante el papel y una soltura natural y espontánea pero siempre controlada por ti mismo. En el texto escrito en Vorem titulado Punto “cero” a lo Vorem lo detallé muy minuciosamente y ese es el que has leído. Vuelve a releerlo y ve tranquilamente analizándolo.
Menos tiene que ver aún el pu9nto “cero” con la escritura automática producida por el uso del juego de la tabla llmada ouija. En el punto “cero2 escribes tú y solamente tú y tu memoria recuperada secuencialmente desde su ausencia hasta su to9tal presencia (es un ritmo ascendente) mientras que en la escritura “automática” de los mediums espirtualistas el que escribe, según dicen ellos, es un espíritu que mueve tu mano. Eso no tiene nada que ver con el punto “cero”.
Yo escribo muchas veces partiendo de puntos “cero” y no tengo que tomar ninguna acción determinada. No tengo que prepararme especialmente para ello. Me ocurre que me llega el punto “cero” en cualquier momento más imprevisto y como siempre llevo papel y bolígrafo en mis bolsillos entonces me pongo a escribir el texto completo que me va surgiendo sobre la marcha o simplemente tomo unas notas para luego desarrollarlo estando en casa. Me ha pasado que he escrito así estando en medio de una siesta o durmiendo y despertándome de repente, o cuando estoy tomando una cerveza o café con los amigos. En una ocasión estaba viendo una película de cine que me resultaba aburrida y una escena determinada me llevó a un punto “cero” y comencé a escribir un texto en medio de la oscuridad de la sala. También me sucede en el autobús o en cualquier lugar cuando estoy totalmente relajado y no estoy ocupado en otra actividad. En los bares y cafeterías donde soy cliente asiduo ya me conocen que algunas veces saco papel y bolígrafo y comienzo a escribir. En el bar Paquito de Alcantarilla (donde he vivido cerca de dos años) ya el dueño era mi amigo y me conocía y siempre que iba a tomar el café o la cerveza o el aperitivo con mis amigos él me entregaba un puñado de servilletas en blanco para, si me entraba el puno “cero” no tener problemas en escribir.
Quienes revisan los bolsillos de mi pantalón siempre encuentran una cierta cantidad d epapeles escritos por mí en situaciones en que me entró el punto “cero2. Y no es que eso te entre sólo cuando estás ausente de memoria o de manera espontánea (que sí ocurre muchas veces) sino que también puedes escribir desde un punto “cero2 teniendo perfectamente planificado lo que vas a escribir o teniendo ya madurados los puntos que vas a tratar en el texto. La preparación anterior al texto o la espontaneidad o improvisación más absoluta pueden ser igual de valiosas en la manera de escribir partiendo desde un punto “cero”. Y eso del punto “cero2 solo es el arranque. Después a medida que vas escribiendo vas soltando todo lo que se te va ocurriendo y sin ninguna clase de prejuicio o de censura. Después eres libre de corregirlo o publicarlo tal como ha salido. Lo llamo a lo “Vorem” porque mucho de lo que escribo en “Vorem” (no todo por supuesto) está escrito partiendo de puntos “ceros”.
Bueno, Cantoro. Gracias por tu inquietud y espero haberte contestado lo más oportuno posible. Todavía se puede especirficar más sobre la diferencias entre le punto “cero” a lo Vorem y la escritura “automática” pero creo que en el texto y los comentarios que se suscitaron está bastante bien explicado. Un abrazo, compañero.
No creas, Diesel, por lo que he leído y me han contado, que la escritura automática tiene tantos requisitos una vez se ha practicado un poco.
Hace días, como si fuera una premonición, empecé un texto al estilo “punto cero a lo vorem”. Voy a enviarlo hoy, es mi primer intento, no sé qué tal habrá salido.
Perfectamente aclarado y comprendido. Gracias.
Gracias a ti. Sólo una última anécdota. En icerta ocasió0n estaba bailando en una discoteca con mis amigos y amigas y me entró un punto “cero” tan fuerte que dejé la pi0sta y me senté y comencé a escribir. Después de terminar el texto volví a la pista a bailar como si no hubiese ocurrido nada. Jejeje. Así es la cosa.