El silencio, sobrecogedor, inunda el lugar. Las alas, suaves y blancas, destellantes a la luz de la luna, se marchitan, y caen, inertes. El rostro, pálido, radiante de luz, se torna oscuro, y los ojos mueren. El cuerpo etéreo se torna físico, y cae al suelo. La respiración entrecortada, el frío, aumentado. La mente, nublada, y la razón, disipada. Así Lumine se desploma al suelo.
Riek la trata de sostener, pero cae al suelo. Él sabe algo de lo que ocurre, aunque es desalentador.
Todos ellos son capaces de destruir mundos, de volar y viajar bajo las aguas, pueden hablar mil idiomas y vivir durante siglos. Pero no saben explicar por qué, sin previo aviso, caen, casi muertos.

– Algunos, dicen que es el Desgaste Extremo, pero no es eso. El Desgaste es un abuso del cuerpo. Esto, es un fallo del cuerpo. No sabemos cómo solucionarlo, simplemente, queda esperar, y tratar de que pueda descansar. Es algo horrible, estar aquí, y no poder hacer nada, solamente… Rezar.

Este sentimiento de impotencia agria los sueños, destruye la esperanza y elimina la felicidad. Peor que la tortura física, peor que el mismísimo Infierno y sus demonios sanguinarios, es ver como un ser querido se encuentra en este estado, sin poder hacer… Nada. – Suspira, tras terminar de hablar, Akran.

Darkness, Madness, Loneliness, Destruction… By the Life. Oscuridad, Locura, Soledad, Destrucción… Por la Vida. Este es el destino del Segador

Oscuro, obligado a ello, por su propia decisión.