Crónica INFANTIL del miedo.

Aquella noche, la
diáfana luz de luna
descubria asustado
mi rostro.

Acongojado,
entre sábanas de lino
llamando a mi suerte
que espantara a los fantasmas.

Asustado,
el céfiro vino,
soplando tan fuerte
que sus lamentos escuchaba…

Shhhh…
peluche rojo, peluche verde…
Shhhh…
espantad a los espíritus que vienen a verme
Shhh…
osito de peluche, muñeco rebelde…
Shhh…
apartad a esos sueños: tengo miedo a la muerte.

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