Encapuchados envueltos en una túnica blanca persiguen hombres de piel oscura con horcas y antorchas. Unos trescientos años después, grupos con iguales indumentarias persiguen y maltratan a las mismas personas por su color de piel. En un hogar de ancianos donde se reúnen los principales encapuchados para asesinar a los ancianos que no pueden hacer nada, un ser de piel oscura, de más de dos metros y una cabellera blanca aparece de entre la oscuridad. Los encapuchados tratan de matarlo disparándole, pero el ser es demasiado rápido. Los encapuchados son ejecutados rápidamente, cercenadas sus cabezas.

Las tribus del continente más desértico se unen tras años de peleas continuas y confusas maneras de gobernar. Todas se unen bajo la misma bandera, negra, con un logo formado por dos a y dos k, que se superponen a una gran M. Las tribus dicen que esa bandera fue entregada por el Enviado, un ser de su misma forma, pero superior, cuyo pelo eran los rayos de la luna, y sus ojos dos estrellas.

En los despachos de los científicos que buscan energías renovables aparecen notas, describiendo perfectamente el uso de la energía solar, eólica, hidráulica, y cómo utilizar el hidrógeno, siendo posible hacerlo al instante. A la vez, los depósitos de petróleo revientan por doquier, mas sin humo. Los depósitos subterráneos desaparecen en un fuego blanquecino.

Llueve en los desiertos, se detienen las inundaciones, las cosechas muertas brotan y sus frutos aparecen por doquier. Los enfermos recuperan la salud, los jóvenes adquieren conocimiento, los ancianos, salud. El cielo vuelve a completarse, el humo del mundo se desintegra. Los polos se hielan, suaves vientos circulan por el mundo.

La figura oscura habla al mundo.
– Y así he realizado el sueño de los humanos, mas sólo si ellos lo hacen, será capaz de perdurar. La magia o el poder no deben ser los que recuperen lo dañado, sino la voluntad de los que desean y quieren restaurar lo que, ellos o los suyos, han destruido.