Cuatro de la mañana

No puedo consiliar
el sueño,
cada hecho,
cada ves que intento
algo, pierdo el control.

Toma mis problemas
y llevatelos lejos,
absorbe mis miedos
y no los dejes salir.

Tengo miedo
pero tu no lo sabes,
lloro en las noches
pero tu no me escuchas.

¿Es hora de decir adios?
O quizas no te alcance
para decirte que perdi
el control.

Un relleno de mi
vida inutil ¿logrará
llamar la atencion?

A las cuatro de la mañana
y yo sin dormir
dando vueltas en mi cama
porque me haces tanta
falta y las cosas cuando
amas; si… esas
cosas que aprendi por
ti y que ahora quisiera olvidar.

A las cuatro de la mañana…

2 comentarios sobre “Cuatro de la mañana”

  1. Inevitablemente existe un tiempo en todo, la mayoria de las veces pasa por nosotros sin que le demos importancia, derepente, ¡sorpresa!, nos damos cuenta de su existencia, y en tu caso nacen palabras lindas y valiosas de ese encontron con con las horas que a veces nos quieren negar oportunidades.

    Siempre estamos al limite de la vida, lo has vivido plenamente a las cuatro de la mañana… me gusto mucho…

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