Cuatro…

Hoy es 30 de julio del año 2006. Tomo mi Diario y escribo lo primero que me llega a una mente atormentada por el calor de esta Era que nos está despedazando: yo y yo somos dos. El yo que piensa y el yo que siente. El yo que mira y el yo que actúa. El yo que vive y el yo que sueña. Y todo ello porque existís tú y tú. Tú y tú también sois dos. El tú que piensa y el tú que siente. El tú que mira y el tú que actúa. El tú que vive y el tú que sueña.



Así que nos somos dos los que escribimos ni somos dos los que leemos. Somos cuatro intentando entendernos/extendernos y concertarnos/concentrarnos por medio de palabras para contenernos/comprendernos. El mundo gira, pues, en las cuatro dimensiones de nuestros yo y nuestros tú: un norte de sílabas compuestas para sentir un poco la compañía, un sur de acentos para unir el discurso de nuestras pluridimensiones, un este de frases para embarcarnos en las mutuas propuestas y un oeste lleno de diversificaciones de nuestros modos y maneras de entender la comunicación como expresión humana que camina a través de las brújulas de los sentimientos.

Hoy es 30 de julio del año 2006. Hay cuatro dimensiones en esta fecha para cada uno de nosotros cuatro: mis 30 presenciales actos de conjugarme en el julio de mi verbo y el año de tu esencia que actúa en 2006 dimensiones. Cuatro. Cuatro son siempre los tiempos que se
pergeñan en mi Diario sentir. Nacer. Vivir. Morir. Existir. Y tú y yo nacemos. Y tú y yo vivimos. Y tú y yo morimos. Y tú y yo existimos.

Cierro las hojas de mi Diario y me dispongo a jugar con las oropéndolas del tiempo…

3 comentarios sobre “Cuatro…”

  1. Diesel: en todas mis imensiones siento el juego de los cuatro puntos esenciales de mi yo y esos tú que tan acertadamente expresas. Esta filosofía de sentir la comunicación es una vorémica propuesta de extensión infinita. Cada fecha es una prolongación de la dimensión del conocimiento. Cuatro son las paredes de mi habitación y en cada una de ellas se queda reflejado el eco de la mente de quien escribe y la voz de quien lee. Tus cuatro sensaciones son propias de la sensible sensación de presentirnos. Un beso y adelante, compañero.

  2. Saber envolver este contenido el soplo interior que da el sello individual a nuestros actos… el alma no puede limitarse a dos, tres o cuatro dimensiones: ella se incorpora al Absoluto, al Infinito. Un beso Diesel.

  3. Es cierto, MORGANA. El alma es infinita consecuencia de múltiples direcciones. Podemos ser bipolares los tú y los yo (o sea dos personas en cada uno de nosotros) pero mantenemos infinitas persoanlidades al actuar los sentimientos. Todo consiste en dimensiones que escapan a lo numérico. Lo Absoluto y lo Infinito pueden ser cuestionables por matemáticos, filósofos y pensadores pero por poetas no tanto.

Deja una respuesta