De hecho hay camino

Caminante, sí hay camino. De hecho, lo hay.
No es que se haga camino al andar, es que el camino está ahi, y tuya es la decisión de recorrerlo o no. Es fácil (aunque todo es relativo, esta vez no tanto) decir que se hace el camino al andar. Pero es trivial decir que el movimiento se demuestra andando; lo que hay que decir es que por cualquier lugar una persona puede encontrar un camino, que aunque no se ande, siempre está el camino ahí, y si la persona no lo anda, si no es por una buena razón se le puede echar en cara perfectamente.
Como buen lector de comics, creo en la teoría del Multiverso, la cual se basa en que cada decisión que tomamos genera un universo por cada una de las alternativas que no hemos escogido. Si lo asemejamos a una estructura lógica, podemos crear un árbol en el que cada nodo es una disyuntiva y cada rama una alternativa. Obviamente es tan grande que no podría almacenarse en ningún medio, ni en el más potente. Ahora me pregunto yo: no se podría usar algún algoritmo de selección que permita elegir la mejor alternativa siempre? Depende.

Si conocemos todas las posibles alternativas es un buen comienzo. Si además de ello, podemos predecir (de una forma más o menos correcta, siempre habrá un error que no se puede evitar) la consecuencia de esas alternativas, nuestro algoritmo será más efectivo. Y si conocemos las consecuencias de esas consecuencias, aún más… Por eso la planificación siempre es una herramienta importantísima a la hora de elaborar una decisión.
Resumiendo lo dicho hasta ahora: Siempre hay camino, siempre hay mejores y peores, y siempre hay forma de averiguar cuál es el mejor.
En la Biblia se hacía referencia a un camino recto y limpio que te lleva hacia una puerta que te conduce al mal, y otro camino tortuoso y lleno de piedras que te conduce al bien. A mi me toca las pelotas tanto fundamentalismo y tanto “esto es ajin porque si” que dice el lider espiritual cateto de turno; En la asignatura “Inteligencia Artificial” de mi carrera (una asignatura preciosa, la mejor de todas, y la que más facil me fue aprobar de lo maravillosa que era) construimos un algoritmo muy similar al que he descrito anteriormente, pero para la selección aplicabamos una función de evaluación que era totalmente SUBJETIVA, es decir, que el camino que tomara el ordenador sería el que el programador considerára correcto mediante una fórmula. ¿Y si el programador se equivoca? Si se está haciendo un 3 en raya no pasa nada, el ordenador pierde. Si se está haciendo un ajedrez, tampoco pasa nada porque el ordenador pierde. Pero si se está haciendo una vida humana, si que pasa algo, porque la persona pierde. Esta semejanza tan Matrixiana (aunque intento por todos mis medios alejarme de esa película tan nefasta) de “Programador = Subordinado de Dios” y “Ordenador = Persona” abre nuevas vías de pensamiento: lo primero que nos enseñaron en la carrera fue que no hay dos programas iguales aunque los programadores piensen exáctamente lo mismo. Y está comprobado con una probabilidad del 100%. Eso explica las semejanzas y diferencias entre religiones y demás caminos ideológicos. Y siguiendo con los paralelismos, en la Escuela Superior de Ingenieria existe una total competencia aun siendo compañeros de los primeros cursos de una carrera: “mi algoritmo es mejor que el tuyo”, “me has plagiado pedazo de mamón”, y demás lindezas se escuchan casi cada día. Si eso se da entre nosotros… ¿por qué no se va a dar a mayor escala en los ejemplos a mayor escala?(sic)
En fin, lo único que quiero decir con esta larga reflexión (aparte de dar mi modesta explicación de las diferencias/igualdades entre los diferentes cultos religiosos) es que si no queréis equivocaros, penséis friamente y dejad claros todos los puntos. Una vez escogida la que vosotros creais que es la mejor alternativa, adelante. Por lo menos yo os apoyaré, aunque sea menos que nada, sólo un simple programador.

Un comentario sobre “De hecho hay camino”

  1. Cuando la visión tecnológica emplea su “lenguaje” para articular posibilidades de otras dimensiones, estamos en una total analogía de lo probable. Todo es probable, e inclusoq ue el camino que recorres lo hayas recorrido ya. ¿Has pensado en alguna fórmula para prefijar las constantes que regulan el proceso posterior a la muerte? Las variables debes medirlas en función de la energía, y entender que los procesos tienden hacia reacciones propias de la microfísica. Si cada cuanto o partícula incluye la totalidad de la “conciencia” no morimos/como conciencia…el ordenador humano prosigue su programa en dimensiones diferntes, donde la virtualidad es el paisaje y los sucesos, pudieran no ser físicos. ¿Te vale? en el Budismo Tibetano, la conciencia es vacio, pero las constantes que riguen la imposibilidad del vació como inexistencia de no vacío, nos llevan a dimensionar estados múltidimensionales. Existen supra consicencias, caminos de entendimiento que incluso pudieran estar en este mundo. Gracias por tu precioso escrito.

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