!Qué lejos quedóse el viento
de tu ausencia en la cañada!.
!Sigue el día, sigue el tiempo,
y tú en mi mente encantada!.
!Qué lejos quedó el pensamiento
de tu boca enamorada!.
Yo sigo aquí, insistiendo
en rememorarte como hada
y preguntando al concierto
de la paloma encarnada
¿dónde está el alimento
de mi alma encadenada?.
Se escucha el latir un momento
de la lejana campana
y en medio de este desierto
de bruma, viento, sol y calma
yo sigo aquí y me siento
como exiliado en la cama.
Cuando en tu nombre se dibuja
un ritmo de olas
es inevitable responderte,
cuando tus manos
se detienen un minuto
para heredarme tus poemas
como no detenerme yo
e inventarte
en diminutos versos
a respirarte de los labios
la noche que se estanca
y que se queda dormida
con el murmullo
de tus besos.
Cuando tu piel
le roba el sabor a mar
a las palmeras
y se detiene entre tus labios
el idilio
de las olas y de la arena
es inevitable nombrarte……….