Del implícito amor.

En el clítoris abierto de tu alzada
hundo este mi soñar profundo
y de blanca espuma yo inundo
tu volcánico sentir de carne amada.

No detengo la marcha encaminada
escalando tu cuerpo fielmente desnudo
y más allá penetro en el embudo
de la gruta roja y descarnada.

Boca a boca yo me fundo
con el páramo vergel de tu rotundo
paisaje de selva en la explanada.

Y tu seno abierto como el mundo
recibe cual firme y recio escudo
la flor rosada de mi espada.

Un comentario sobre “Del implícito amor.”

  1. Saludos Diesel:
    Hay palabras que son “sagradas en su uso y su esencia”. El erotismo amoroso es como dálites de Alejandría. Decir, con tu sentimiento abierto a la imagen y al sentir, es un puro goce estético. Lo humano requiere estos acercamientos a la hermosura del expresar, que nada es más noble y más caballeroso que el goce hermoso entre el esplendor y la hierba. ¡¡¡Un verdadero Bravo!!!
    Permíteme imitar tu estilo y aportar mi granito de arena a este “bien decir” porque “bien se siente”. Va pr ti.

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