Se abren las palabras como ágiles mariposas
para acercanos, lentamente, a lo que somos.
Altivos rododentros, espigas altas,
ágiles palabras del lado de la vida,
cautivos del decir…soñamos ser más.
Nada es tan sencillo como caminar
sin rumbo, sin camino, sin vereda.
En la mano llevando la esperanza de un mañana,
tan incierto como el hoy,
tan lejano como el ayer.
Del lado de la vida no hace falta vivir,
porque se es vivido.
En esta confusión, donde nadie es,
sino la necesidad misma…
del lado de la vida se aprende a caminar.