Yo también adoro el teatro, Diesel, y me complace que sientas tanto cariño por él. Yo también tuve experiencias escénicas. Recuerdo, con gran agrado, cuando me tocó interpretar el papel de Popea con un grupo de amigos universitarios. Tuve un gran éxito haciendo de Popea Sabina, una de las mujeres más conocida de Roma y también de las menos recomendables. Era esposa de Othón pero tuve que envenenar la mente del loco Nerón quien, por mi culpa y la de mi compinche Tigelino, mataba a su madre Agripina, al filósofo Séneca y a su propia esposa Octavia. !Menuda tragedia!. Yo allí, en medio del escenario, despótica y ambiciosa hasta llegar a ser emperatriz y, al final de la obra, en un ataque de ira, me mata Nerón y luego, para colmo de intensidades, me hace divinizar.
!Cuánta intensidad en aquel personaje que sentí tanto que se me ocurre escribir en Vorem con este seudónimo. Pero también hice muchas veces papel de mujer dulce, de mujer caprichosa, de mujer abnegada y hasta de mujer fatal. Pluriformes facetas distintas que convierten a una actriz en mujer-luciérnaga.
Después los estudios me apartaron de esta actividad artística que tanto me llenó en unos momentos de mi vida. Ahora estoy terminando Biología pero el teatro me sigue llamando la atención como fiel espectadora. Y pienso que al igual que el teatrero es un hombre-caracol, la teatrera es una mujer-luci{ernaga, brillando con sus variopintas caracterizaciones en medio de las noches y el aplauso de los espectadores.
Y hablando de Bertolt Brecht !vaya capacidad la de este alemán para crear tanta crítica objetiva de la realidad!. Por ejemplo en El círculo de tiza caucasiano.
Bueno, Diesel y demás voremistas, cuando nos enamoramos del teatro es cuando podemo ver mejor que hay cosas como la televisión que son un cubo de basura comparadas con él. Teatro. Cimas y simas para ascender a lo sublime y descender a lo perverso, pero siempre con el corazón palpitante y todos los sentidos inmersos en la sensibilidad. El hombre-caracol y la mujer -luciérnaga caminando al compás de la vida.