En el ecuador de todas las letras del Diccionario Español se encuentra (exactamente en su ecuador) la N. Y en el interior de las palabras que comienzan con N es donde encontramos una de ellas que es hermosa y bella en su significado. Es la palabra Naturaleza. Ese hermoso tesoro de la Tierra que muchos destruyen infamamente y que, por ello, tenemos la inclaudicable tarea de defenderla a ultranza y regenerarla. Uno de los grandes pulmones de la Natruraleza de la Tierra es la Amazonía americana que corre el peligro de irse perdiendo poco a poco.
En el ecuador de la letra N se encuentra instalada una de las más lindas y bellas palabras del idioma español. Es nenúfar. Los nenúfares son plantas acuáticas que viven en los estanques naturales con sus verdes hojas flotantes y llenas de flores rojas, amarillas yblancas. Nenúfar… !qué hermosa palabra que deriva del árabe nenufair!.
Pues bien. Estamos en nuestra primera etapa verdaderamente dicha (de las muchas que vamos a realizar en estos 20 días) que llevamos a cabo planteando proyectos para la familia de los shuaras. Ahora os explico quiénes son los shuaras… y por qué me encuentro en la antigua ciudad de Logroño, en la entrada a la selva amazónica.
Mientras las dos mujeres del grupo (Lisbeth y Liliana) están llevando a cabo su cita personal con el presidente ecuatoriano Rafael Correa para exponerle los proyectos que queremos desarrollar y con los cuales ya está de acuerdo Correa y los va a apoyar, los dos hombres del grupo (Krister y yo) llevamos a cabo una tarea algo más peligrosa: acudir a la cita con los shuaras los cuales han hecho un llamamiento a varias ONG’s internacionales entre las cuales se encuentrala nuestra.
Los dos hemos hecho el recorrido desde Quito a Logroño en un autobús y aquí, en Logroño, vamos a tomar una avioneta tipo Cesna que nos guiará a las entrañas de la selva, donde habitan y nos esperan un grupo de shuaras para celebrar el encuentro y exponerles nuestros planes.
Ahora en Logroño estoy sentado, escribiendo notas del viaje en mi cuaderno, al borde de un estanque natural repleto de hermosos nenúfares (palabra que se encuentra en el ecuador de nuestra letra N). De pronto ha aparecido un colibrí y ha comenzado a libar de las flores de los neúfares. Los colibrís (también hermosa y bella palabra del diccionario español) son diminutas aves del continente americano, de tamaño no superior al de un abejorro, que tienen un pico muy largo que introducen en las flores para succionar el néctar de éstas. Son de un vuelo rapídisimo y de colores brillantesy resplandeciente. Mientras liba el colibrí que estoy observando, escucho, en el silencio de las primeras horas de la tarde, el ruido que hacen sus alas al volar entre los nenúfares.
Después hemos subido a la avioneta junto con el shaman shuara Tzamarenda Nahayagi, que es conocido en el mundo entero por sus largos viajes para dar conferencias sobre la cultura natural de los shuaras y sus necesidades actuales. En otro texto os explico que son los shamanes y la cultura de los shuaras.
El vuelo en avioneta por encima de las altas copas de los grandes árboles de la selva amazónica ha sido emocionante y no exento de peligros… porque a veces pasábamos casi rozando las hojas más altas de los árboles… y temíamos chocar con alguna de ellas y tener un accidente mortal… pero hemos llegado sanos y salvos al pueblo de los shuaras y allí nos han recibido contentos (cosa muy difícil por cierto porque ellos invitan a poquísimas personas extranjeras ya que no desean ser vistos porlas gentes del mundo externo).
La conversación y presentación de nuestro proyecto para con ellos ha salido perfecta gracias a la importantísima labor traductora de Tzamarenda ya que es muy importante mostrar un diálogo amistoso con los shuaras y cualquier frasemal entendida o gesto mal interpretado los pone muy nerviosos y todo puede acabar en tragedia (incluída la muerte ya que son muy fieros los shuaras).
Pero todo ha terminado tan magníficamente bien que nos han invitado a una suculetna comida de fraternidad basada en diversas carnes ahumadas (de sajino, de mono y de paloma) acompañadas de yuca, maní, zanahoria, plátano, chanta y una planta que ellos llaman la planta del poder por la gran cantidad energética que posee. Además, para beber, nos han ofrecido chicha (la famosa cerveza de cereales de los pueblos primitivos precolmbinos de América del Sur).
Todo aquí es de un hermoso brillante. Riachuelos que terminan en profundas cascadas, un verde brillante de color esmeralda por todo el paisaje por donde vuelan y viven tucanes de hermosos colores amarillos, verdes, lilas… y de gran pico corvo. Es todo esto un esplendoroso arco iris de colores plásticos y muy fuertes y la tupida red de los árboles y arbustos a veces hace que el sol no pueda penetrar por completo y solo deja en el suelo uno peuqeños hilillos de luz. Hay que tener cuidado con las serpientes venenosas. Y cuando caminas por las orillas de los ríos… !mucho cuidado con los cocodrilos caimanes que te pueden arrancar una pierna de cuajo de una sola dentellada!.
Al final dela jornada, gemos sido despedidos con música de tambores y una frenética danza bailada en honor de la Gran Diosa Nungui (la Madre Tierra de los shuaras) entre grandes abrazos y con la esperanza de que los proyectos se lleven a buen cabo, hemos vuelto a Logroño y aquí, tumbado en la cama descansando de la fatiga estoy escribieno un pequeño verso:
Verde de color esmeralda
es tu capa de atmósfera caliente
y se siente… se siente…
un vigor de fuerza viviente
entre el pecho y la espalda.
Descansaremos esta noche y mañana partiremos hacia Quito para reunirnos con las mujeres (que nos contarán cómo les ha ido en la entrevista con el presidente Correa). Y si todo va bien la próxima jornada volamos hacia Chile.
Nota importante de conocer: Los shuaras son conocidos vulgarmente como los jíbaros. Este nombre es peyorativo y despectivo ya que significa “salvajes” y los shuaras no permiten que nadie les llame jíbaros ya que defienden que no son “salvajes” sino shuaras (que significa “pueblo de las cascadas”). Lo de jíbaros se lo pusieron los españoles que, al igual que anteriormente los incas, no pudieron nunca conquistar a los shuaras. Y les llamaron jíbaros porque vieron con horror cómo en las batallas contra sus enemigos cuando un shuara mataba a un rival rápidamente le cortaba la cabeza y, con un sensacional técnica la disecaba y la reducía al tamaño de un pequeño puño humano (es la famosa Tzantza o Reducción de Cabeza); pero los shuaras no lo hacen por ser sanguinarios sino que ellos creen que de esta manera hacen imposible que los espíritus de sus enemigos vencidos no tomen su venganza. Estos espíritus se llaman “misah”.
Así que si algún día habláis con un shuara… !jamás se os ocurra llamarle jíbaro porque puede correr la sangre!.
me gustó mucho tu relato, que bueno que hayas podido disfrutar un poco de la naturaleza y mas que nada preocuparte por los problemas que sufre la amazonía, es lindo ver que hay gente que se interesa y le gusta conocer más la diversidad cultural que existe en Ecuador y en ecuador con N
Un abrazo
Maud