Despertares

Quiero escribir sobre la belleza,
y en la habitación solo hay desorden.

En la mesa un cinturón sin hebilla;
un vaso de café humeante y ceniza;
la barba de seis semanas en maraña
es una mata de pelo rebelde y arisca;
y una lágrima nocturna petrificada
tras la inquietud reposa en mi mejilla.

Me encuentro desahogado, en calma
buscando la forma de empezar el día.

Quiero encontrar fuerza y no ensueño,
desperezando el hastío de la mañana;
así comienzo por salir a su encuentro
en este mundo enfermo, cruel e incierto.

2 comentarios sobre “Despertares”

  1. Me ha gustado mucho este poema tuyo, tan descriptivo. De verdad que nos sitúas en la escena.
    Seguro que cuando te espabilas un poco no lo ves todo tan negro. Quizá sí gris oscuro… pero eso le pasa a casi todo el mundo.
    Un saludo, Condenato.

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