Diario del Kurdistán (y 25)

Mosul, 12 de octubre de 2005: Yasmine…

Fin de las vivencias en el Kurdistán. Volamos hacia casa. Tal día como hoy, hace 513 años, Cristóbal Colón llegó a América. Él lo hizo atravesando, durante meses, el mar. Ahora, en algunas horas, podemos llegar a Amérioca volando entre nubes vaporosas. Este vapor, mezcla de “algodón” y “seda” me hace pensar en el sueño de los nacionalistas kurdos. Es muy difícil, dificilísimo,que los kurdos logren ver algún día una nación independiente llamada Kurdistán. Hay muchas fronteras ya determinadas que lo impiden y ningún país va a querer ceder, por intereses de todo tipo, partes de lo que ya consideran su territorio nacional. Pero los kurdos siguen soñando con ese día… y ya tienen su propia bandera: un bandera roja con un círculo de bordes verdes que tiene en su centro una roja estrella de cinco puntas sobre un fondo amarillo. Nos han regalado una de sus banderas que llevamos en el equipaje junto a pequeños recuerdos…

Recuero ahora a Yasmine con su particular lucha. En realidad no se llama Yasmine (no sé cuál es su verdadero nombre) pero yo la denomino así porque estaba jungando con un jazmín cuando nos conocimos. Fue en la fiesta de las montañas de Hakkari. Observándola, yo rememoraba al Juan Ramón Jiménez de los Jardines Lejanos (rizadas farolas, violines dolientes y nostálgica sonata) con sus palmarias alusiones a la tierra natal. Ella estaba allí y con la ayuda de Salat pudimos conversar.

Lo primero que quiso saber es si yo era poeta. Le respondí que de poeta y de loco todos tenemos un poco. Sonrió y me preguntó si tenía mujer y si la amaba mucho. Tengo mujer, le dije, y la amo muchísimo. Entonces ella me explicó que aún existen muchas mujeres kurdas que no tienen libertad para elegir el amor. Ella misma fue un ejemplo. De niña, a los 14 años de edad, la casaron por convenio familiar con un amigo de su padre. No pudo elegir. Pero a los 15 años quedó viuda por causa de la Guerra. Su marido murió en un combate en 1990. Yasmine se refugió en Francia y después estudió por varios lugares de Europa. Ahora tiene 30 años, ha madurado mucho y ya sabe lo que es amar.

Seguidora de la Organización Independiente de Mujeres del Kurdistán, Yasmine me cuenta que existe gran cantidad de mujeres kurdas que siguen sufriendo la vieja y opresiva losa de las tradiciones milenarias que las obligan a ser animales de segunda clase. No pueden, incluso, ser violadas por la brutal fuerza de los machos. !Terrible aberración!. Cuando a una de ellas la violan, en contra de su voluntad, no son admitidas como seres humanos y son tratadas como basura, castigadas y hasta asesinadas.

!Y de hay de alguna de ella si la acusan de adulterio!. Tortura segura, cortes de la nariz y otros órganos, maltratos, dilapidación o degollamiento es su futuro…

La cifra de mujeres muertas por “causa del honor” en los últimos años varía desde 800 como dicen algunos hasta las 4.000 como señalan otros. La cifra es abultada y da escalofríos pensar en que pudimos haber nacido mujer kurda. Los patriarcas tribales y los fanáticos muecines religiosos las impiden incluse reir y pobre de ellas si se las ve hablando con hombres que no sean miembros de la propia familia. Hay miles de casos de maltrato y mutilaciones por este hecho que es, en el mundo libre, algo tan natural como beber un vaso de agua o respirar.

Pero la vida está evolucionando también en Kurdistán. Ahora ya son cada vez más las mujeres kurdas que reivindican los derechos feministas (porque hasta las están marginando a la hora de participar activamente en la política o cubrir puestos de responsabilidad). Ahora son muchas las que procuran luchar por alcanzar los mismos derechos que hace ya muchas décadas se lograron en Occidente. La vida se está urbanizando y cada vez se borran viejas tradiciones campesinales. Mas mientras llega la hora de la liberación femenina, muchas de ellas se deben conformar con tejer en silencio bajo el “látigo” de la presencia de hombres reaccionarios, tradicionalistas, fundamentalistas, cavernícolas en una palabra. Recuerdo al escritor Hrand Nazariantz y su “El gran canto de la tragedia cósmica”.

De pronto Yasmine me pregunta si he matado alguna vez a un hombre. Le hablo con toda sinceridad y mirándola a sus bellos ojos. No. Nunca jamás he disparado un arma, y espero morir sin hacerlo, contra un ser vivp, sea humano o animal. En algún momento todos los hombres tendremos que ser realmente designados como animales racionales. Yasmine guarda silencio y se acaba la conversación, pero antes de despedirse me dice sinceramente: “si algún día te quedas sin patria, sin hogar, sin mujer… puedes venir a vivir con nosotros”.

Ya las mujeres kurdas tienen sus propias líderes, al margen del partido político que admiren o las ideas y creencias sociales y religiosas que tengan. Son, entre otras: Kajil Khidr, Nazal Begikhani, Layla Zena, Songui Chapouk, Raja Habib, Nesreen Beswari, Hind Makiya, Ala Telabani… un alto número de voces femeninas y feministas en procura de alcanzar la deseada liberación de sus compatriotas y que van por el mundo lanzando sus mensajes para recibir el apoyo de quienes pueden ayudar a tan humana causa.

!Ojalá que algún día logren estas mujeres olvidadas y maltratadas por los místicos de la inhumana reacción carca, que alcancen sus sueños de libertad!. Que no sea El tratado del inútil combate (como tituló una de sus obras Marguerite Yourcenar en 1931) sino La tierra del deseo del corazón, del poeta irlandés William Yeats…

Fin del diario. Lo cierro con una reflexión propia: “Detrás de cada vivencia siempre queda la existencia de un pensamiento sutil que se introduce en el baúl de nuestros recuerdos y se aloja en el rincón de la nostalgia donde siempre s eescucha el continuo latir de sus sentimientos. Pasa el tiempo y se rememoran, en algún momento inesperado de nuestras vidas, saliendo del baúl para hacer acto de presencia en nuestra mente y en nuestro corazón. Y los volvemos a revivir como si ya el tiempo hubiese hecho una especie de elegíaca peregrinación hacia el pasado. Entonces nos damos cuenta de que la verdadera vida no siempre estriba en apurar hasta el final el presente inasible, sino que esos recuerdos del pasado, alojados en el rincón del baúl de las nostalgias, son tan importantes como para darnos gritos de sensibilidad. Lo que vivimos es una acumulación continua de momentos que dejan huella y son tan presentes como el instante casual en que los estamos recordando”.

Feliz existencia, humanos.

2 comentarios sobre “Diario del Kurdistán (y 25)”

  1. !Extraordinario, amigo Diesel!. Ha sido para mí un enorme placer leer los 25 fragmentos de tu Diario. He podido ver en él mucha investigación histórica y mucha vivencia personal adornada por el encanto poético, la semántica literaria, los recuerdos íntimos más allá del contexto propio, una mezcla muy fina de cosas heterogéneas que han ido acompañando al núcleo central; una especie de sociología viva entre Literatura y Periodismo. !Te felicito de todo corazón!.

  2. Hola Diesel:
    muy interesantes tus comentarios sobre el Kurdistán, los descubrí hoy mismo, del momento vamos a hablar de la bandera kurda, creo que lo has explicado en tu comentario no es la bandera del kurdistán sino es de la bandera de ERNK ( la frente de liberación del pueblo kurdo ),y, la bandera del kurdistán más reconocida es de tres líneas rojo,blanco y verde con un sol con rayos en el centro.

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