Cuán difícil es decir adiós…, ella se encontraba pensando en lo mucho que amaba a aquel chico, ya habían pasado varios años desde la última vez que se vieron, pero un día él reapareció en su vida, ya casado, pero cuando escucharon su voz nuevamente, ambos recordaron muchos momentos de su vida, varios momentos felices, él quiso verla, ella no sabía como podría reaccionar, pero acordaron verse.
El día que su encuentro sucedió, él la abrazó y la dio un tierno beso en la frente, ella se quedó sin palabras, él le dijo que no había perdido la esperanza de encontrarla, a lo que ella contestó que si había perdido la esperanza, en tanto él se casó.
Aquella tarde en que los dos hablaron, se dijeron lo importante que había sido uno para el otro y que siempre se habían llevado en sus corazones, siempre se amarían de una forma muy especial, pero él ya había construido su vida y ella debía hacer lo mismo y si en otra vida se volvían a encontrar sería maravilloso poder estar juntos, se dieron un tierno beso en los labios diciendo adiós… adiós para siempre.
Cuento muy emotivo, Lupita. Has descrito muy bien una escena que, en su conjunto general, es un cuento con visos de credibilidad. Lejos de cualquier fantasía exagerada has sabido medir muy bien el interés y le has añadido al realismo dramático un toque de romanticismo con el que has culminado un breve pero muy interesante cuento.