Las palabras son hermitañas en tu boca,
los sentimientos se convierten en extraños del amor
los minutos se escapan como horas
y se pierde poco a poco la razón.
Sentimientos entretejidos en mi alma,
las palabras que no quiero pronunciar
lo que de deduzco que oculta tu mirada
y lo que tú no logras captar.
Lo que ignoras de mi juego de señales,
es solo aquello que no quieres atrapar
aumenta la ambigüedad de las palabras calladas
que se pierden poco a poco en la oscuridad.
La brisa se lo lleva todo,
ni tu ni yo hemos de hablar
nuestros pensamientos suspendidos en el aire
hasta que alguien se atreva a pronunciar.
En la mente se producen diálogos amorosos, lala, diálogos que contienen una gran cantidad de emociones contenidas. Alrededor de la brisa alguien se atreverá a pronunciar unas palabras y entonces el diálogo mental se convertirá en discurso de las sensaciones. Un abrazo cordial y que nunca se rompa la magia del juego de las señales.
Las personas que se quieren o conocen mucho son capaces de ver los pensamientos del otro a través de sutiles gestos. El problema es que tanto conocimiento, a veces nos lleva a captar ideas erróneamente y nos hacen precipitarnos a un vacio existencial, sin nosotros siquiera pecibirlo. A veces es inevitable un diálogo.
Espero seguir leyéndote porque me gusta mucho como escribes.
Un saludo.
Es muy bonito percebir en otra persona una mágina señal,
sientes ese diálogo mental, aunque quizás,
en otros momentos sea mejor un diálogo directamente al corazón
sin pasar por la mente.
Muy bonita poesía, me hace reflexionar a la vez que admiro cada verso.
Un abrazo
La bella nos posee y sin darnos cuenta nos sutiliza, como tu texto. Delicado y sutil, palabra entretejida. Gracias.
Es el juego de miradas, gestos, palabras que se dicen o que no se dicen…
Todo eso lo capta muy bien tu poema.
Enhorabuena, Lala, y un beso.