Embriágame vació,
Dime ¿Qué más da?
Yo sigo aquí de pie hipnotizada
frente al televisor.
Invádeme soledad,
eres mi única compañía
en esta noche fría
caminamos de la mano tu y yo.
Inundame incertidumbre,
eres todo en lo que puedo confiar
el azul de tus manos me hace temblar
y el hueco de tus palabras no me deja respirar.
Vuelvan sueños idiotas,
vuélvanme a esperanzar
solo junto a ustedes puedo caminar
los centímetros son kilómetros y tu, tú no te dejas tocar.
Adelante lala. Sigue caminando con tu esperanza al viento. Los kilómetros de andadura serán espacios nunca olvidados. Los sueños son siempre nuestros más idiotas compañeros porque son los más puros y sencillos. Por eso son, a la vez, sabidurías de nuestras almas. Los versos sencillos se hacen columpio de las epseranzas.
La compañia de la soledad transforma a veces en dolor nuestros pensamientos. La distancia física o espiritual con la persona amada acentua ese dolor y esa sensación. Pero tras la tempestad siempre llega la calma y en esas tormentas aprendemos a vivir y nos hacemos fuertes.
Cálida sencillez de bellos versos.
Un saludo.
Quizás unos sepan vivir mejor que otros habiendo pasado esa soledad, quizás para unos sean mas grandes las tormentas que para otros en su interior….
La soledad se volverá en compañía y esos sueños
“idiotas” se harán realidad de la forma mas bella.
Intenta pensar en positivo y mantén la esperanza.
Un abrazo
Yo a tu texto le veo un sentimiento de evasión… pero luego vuelve la esperanza. Es una esperanza algo resignada y utópica a tu modo de ver, pero es algo. Es un sentimiento que quizá te saque del vacío interior. Un saludico.