La vida es una necesidad recuperable. Despertar por la mañana y no desdecirnos de nuestra propia condición de ser humanos. ¿Dónde estamos? En mitad de un continente que se amplía, y donde todo es relativo y fluyente. Quizá no debiéramos sentir la angustia de pérdida frente al pasado, porque lo más hermoso siempre está en el presente.
¿Arriesgasnos a asuir la vida como un proyecto? ¿Por qué no?